La provincia de Buenos Aires sigue siendo el epicentro de la disputa política en Argentina. Mientras el gobierno de Javier Milei avanza con su programa de ajuste y desregulación, el peronismo se reacomoda y empieza a definir su estrategia de cara a las elecciones legislativas. En este contexto, la figura de Cristina Fernández de Kirchner emerge nuevamente como un factor determinante, al punto de que sus adversarios directos, como José Luis Espert, la desafían a competir en el distrito clave.
Facundo Nejamkis, analista político y director de Opina Argentina, analizó en una entrevista con La Red el impacto que podría tener una candidatura de la ex presidenta en la provincia. «Cristina sigue siendo la figura con mayor adhesión dentro del peronismo bonaerense, junto con Axel Kicillof», sostuvo, despejando cualquier duda sobre su vigencia política.
El kirchnerismo en Buenos Aires: un bastión que resiste
A pesar de la avanzada libertaria y de la ofensiva mediática contra el peronismo, la realidad es que el oficialismo bonaerense mantiene niveles de aprobación estables. «Si hay un distrito donde el peronismo logró sostenerse, es en la Provincia de Buenos Aires», afirmó Nejamkis, destacando que, a diferencia de 2017 cuando el macrismo logró una victoria importante con Esteban Bullrich, hoy la situación es distinta.
El gobernador Kicillof, lejos de debilitarse, mantiene la confianza de un sector significativo del electorado, incluso en un contexto de crisis económica y aumento de la inseguridad. Esto representa un obstáculo importante para las aspiraciones de Milei y su espacio, que encuentran en la provincia un territorio hostil.
Milei y el riesgo de una Cristina fortalecida
La Libertad Avanza ha crecido en Buenos Aires, pero sigue enfrentando dificultades estructurales. Según Nejamkis, la imagen positiva de Milei supera el 50% a nivel nacional, pero la intención de voto en la provincia está en torno al 30-35%, mientras que el peronismo ronda los 40-43 puntos. Esto implica que, si las elecciones fueran hoy, el oficialismo provincial seguiría siendo la primera fuerza.
Un dato clave es que en la última elección, la derecha se dividió entre La Libertad Avanza y el PRO, debilitando sus chances. «Si van separados, el peronismo tiene grandes chances de ganar; si van juntos, podrían ser más competitivos», explicó el analista.
Pero más allá de los números, la gran preocupación del gobierno libertario es política. Una victoria de Cristina en la provincia no solo consolidaría su liderazgo dentro del peronismo, sino que la posicionaría como una alternativa real de cara a 2027. «Si al gobierno de Milei no le va tan bien, Cristina se convierte en una amenaza», alertó Nejamkis, sugiriendo que esto podría generar inestabilidad en los mercados y desconfianza en los sectores que buscan un peronismo «renovado».
La madre de todas las batallas
El peronismo siempre ha entendido que Buenos Aires es la clave del poder en Argentina. Aunque algunos analistas, como Robertino Sánchez Flecha, sostienen que la importancia de la provincia está sobrevalorada, la realidad es que su peso electoral y simbólico sigue siendo determinante. Si el gobierno pierde Buenos Aires, el golpe sería significativo, incluso si logra victorias en otros distritos.
El dilema para Milei es claro: si su programa económico funciona, Cristina no representa una amenaza real. Pero si la crisis se agrava y su imagen se deteriora, un triunfo del kirchnerismo en Buenos Aires podría convertirse en el principio del fin de su proyecto.
Mientras tanto, el peronismo se reorganiza y observa. La posibilidad de que Cristina sea candidata en la provincia ya genera temores en la oposición y expectativas entre sus seguidores. La batalla está lejos de definirse, pero una cosa es segura: la ex presidenta sigue siendo una jugadora central en el tablero político argentino.
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