Ernesto Alonso, secretario del Centro de Excombatientes Islas Malvinas de La Plata (CECIM), denunció en una entrevista con Radio 10 el brutal abandono del Estado hacia los veteranos de guerra. La motosierra del ajuste impulsada por el gobierno de Javier Milei no distingue honores ni sacrificios: los excombatientes, quienes dejaron su juventud en el campo de batalla, hoy ven sus derechos pisoteados con recortes en medicamentos y prestaciones médicas esenciales. La reciente muerte de un compañero, Pedro Roberto Bevans, evidencia la crudeza de esta realidad.
El PAMI, la mayor obra social de Argentina y Latinoamérica, ha reducido drásticamente la entrega de medicamentos, eliminando programas cruciales y sumiendo a los veteranos en una situación de extrema vulnerabilidad. «El año pasado iniciamos un recurso de amparo contra estos recortes, pero la justicia lenta no es justicia», sostuvo Alonso, apuntando directamente contra el Juzgado Federal N°4 de La Plata, que aún no ha resuelto la cuestión de fondo. Mientras tanto, los excombatientes siguen muriendo en la indiferencia.
El exterminio silencioso de los héroes de Malvinas
El drama de los veteranos no es nuevo, pero se ha profundizado con la actual gestión. «Tenemos la misma cantidad de muertos en suicidios que en combate», advirtió Alonso, señalando la alarmante cantidad de exsoldados que terminan quitándose la vida ante la falta de asistencia estatal. El Programa Nacional de Atención a Veteranos de Guerra, creado en 2005 y consolidado a lo largo de los años, hoy está siendo desmantelado sin miramientos.
Los medicamentos que antes eran cubiertos en su totalidad ahora son inaccesibles. En algunos casos, los beneficiarios deben elegir solo cuatro fármacos con cobertura total, mientras que el resto debe ser costeado de sus propios bolsillos. «Tenemos boletas de compañeros con gastos de hasta 200 mil pesos en remedios. Nos obligan a decidir entre la salud y el hambre», denuncia Alonso.
El ajuste no solo afecta a los veteranos, sino a toda la población jubilada y pensionada. Con el cierre de agencias de PAMI y ANSES en el interior del país, muchos deben recorrer hasta 45 kilómetros para hacer un trámite. Además, el despido de trabajadores capacitados ha deteriorado aún más la atención. «Nos están mintiendo en la cara. El PAMI gasta más en medicamentos porque ahora paga precios de lista en lugar de negociar con la industria farmacéutica», explicó Alonso, sugiriendo un negocio turbio detrás de estas políticas.
De héroes a estafados: un gobierno sin honor
El relato oficial intenta disfrazar la situación con discursos vacíos, pero los números y las historias reales los desmienten. «Este gobierno es un gobierno de estafadores, están provocando un genocidio silencioso», disparó Alonso, en una declaración contundente contra la gestión de Milei. La desprotección de los excombatientes es parte de una estrategia más amplia de desguace del Estado y ajuste despiadado.
El director ejecutivo de PAMI, doctor Marcelo Leguizamo, ha sido señalado como principal responsable de este abandono. «Queremos saber qué están haciendo con las partidas presupuestarias destinadas a los veteranos. Pedimos información pública y nos pidieron prórroga. Es un escándalo», denunció el representante del CECIM.

El gobierno que se jacta de defender la «libertad» y el «mérito» es el mismo que hoy deja en el olvido a quienes dieron su vida por la patria. La justicia, por ahora, sigue mirando para otro lado. La motosierra sigue avanzando, pero el reclamo de los veteranos de Malvinas no se apaga: la batalla por la dignidad continúa.
Por Redacción | Fuente: Radio 10 – Mañana Sylvestre
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