Por Hugo Muleiro
El robo “cripto” del que participó Javier Milei forzó a Clarín, La Nación e Infobae a dar espacio a noticias adversas al oficialismo entre los titulares principales durante febrero, en una proporción muy superior a la habitual, aunque usando casi sin excepción la gastadísima palabra “escándalo” para evitar las más precisas, estafa o fraude.
En efecto, un tercio de las noticias principales sobre el oficialismo tuvo tono y significado adverso (contra 18,6 % en enero), mientras descendieron los enunciados de sentido favorable (casi todos sobre economía) y aumentaron a la vez los equidistantes o neutrales, es decir los que no expresan una toma de posición abierta.
La inevitable inclusión de noticias sobre la estafa fue compensada en parte por tratamientos ligeros y muy al paso de otros aspectos, como los malabares para que no avanzara la comisión de investigación en el Senado, que parece ser la guarida de todos los Kueider de este mundo. Ni hablar de la fugacidad sobre el manejo alevoso del “reportaje” del canal de Clarín y la interferencia del asesor Caputo, que en otros tiempos habría escalado a todos las cámaras y sellos que manejan las corporaciones mediáticas, además de la SIP y la OEA.
El conjunto de títulos principales del mes (los 6 de las tapas de Clarín y La Nación y los 6 primeros en sus versiones digitales, más Infobae, siempre a primera hora de la mañana) permite ver un contrapeso nítido a las noticias de la estafa: la inseguridad en la Provincia de Buenos Aires y muy especialmente en el Conurbano.
La oposición en todas sus formas recibió en el mes 111 títulos adversos. De ellos, el 55 por ciento se refirió a crímenes en la Provincia, y no es algo que se haya expresado solo a partir del asesinato de la niña Kim Gómez en La Plata. El 1 y 2 de febrero hubo cinco títulos sobre el tema en ubicación privilegiada, cada día, entre los tres medios. Siguió un martilleo diario de entre dos y tres noticias, para alcanzar otros picos de 5 y 6 títulos, hasta llegar a la estrategia de saturación de fin de mes.
Los asaltos sangrientos están en las tapas o primeras pantallas solo si son en la Provincia. El 9 de febrero hubo cuatro homicidios y varios heridos por tiroteos en Rosario: Clarín lo publicó el 11 de febrero en la página 27. Evidencia de la autenticidad de la compasión con las víctimas por parte de estos medios que muestran a familias arrasadas por la angustia solo si son de La Matanza, Morón o La Plata.
Hubo maniobras previas a la amenaza de intervención a la Provincia, lanzada el 28 y llamada graciosamente “pedido de Milei”, con excepción de un título de La Nación, recién el 1 de marzo. Se lanzó un cacareo coordinado de animadores televisivos del oficialismo junto con metralla digital, como lo demostró el especialista Héctor Sosa: así se instaló el reclamo de renuncia de Axel Kicillof antes de que el promotor number one de $LIBRA lanzara su agresión institucional.
Por otra parte, hubo columnistas que expresaron indignación por el nombramiento de jueces supremos por decreto, pero el enojo empezó a diluirse cuando la Corte convalidó la maniobra a velocidad récord, tomándole juramento a García-Mansilla. Se nota otra vez la protección generosa de Clarín y La Nación a Rossatti y Rosenkrantz, peones entusiastas del dispositivo de poder que ambos diarios integran.
Parece historia antigua, pero febrero había comenzado con el estremecimiento nacional por las brutalidades de Milei en Davos. El 2 de ese mes, en el editorial del día, Miri sintetizó perfectamente en Clarín lo que hasta ahora es el eje organizador de la estrategia editorial de estos medios: “Milei atrasa no solo con los gays, pero la izquierda y el kirchnerismo atrasan con casi todo”.
Entre otros respaldos generosos debe anotarse una nota de una página en La Nación del 5 de febrero (título principal del impreso, además) sobre la privatización de IMPSA, planteando como normal la entrega de esa empresa por un “monto simbólico” a empresarios de origen venezolano que cocinan no pocos negociados con Donald Trump, y así poner fin a “una historia de debacles”. Cierto es que esta regalo de un bien estatal estratégico no parece haber conmovido a ningún opositor.
Y, en la combinación perfecta de oficialismo, combate al Gobierno bonaerense y campaña electoral en curso hay que anotar esta secuencia en La Nación digital del 28 de febrero: Tolosa Paz hizo una declaración crítica a la amenaza de intervención a la Provincia. A las 10.05 de la mañana la frase de la diputada que daba título a la noticia era: “Ya lo conocimos como estafador. Ahora resulta que también es destituyente”. Un minuto después vino la reducción violenta de la frase: “Ahora es destituyente”.
En fin, favores para el amigo al que es complicado ayudar, tanto que ya a la tarde La Nación se animó a llamar “insólito planteo” a la amenaza a Kicillof.
Está en transición el vínculo del Grupo Clarín con el Gobierno, a partir de la compra de Telefónica y la ruptura alevosa que esto representa de cualquier parámetro de mercado abierto y libre competencia. El diario lo puso en tapa el 25 y le dedicó dos páginas, y sus equivalentes digitales. Un despliegue pulcro, casi casi como si de verdad fuera un medio informativo. Le dio incluso espacio al comunicado oficial que habló de impedir la formación de un monopolio y allí vino el toque de maldad: lo ilustró con una foto de Milei sentadito con Elon Musk. Dio a entender así que una acción oficial contra esta concentración aberrante no tendrá otro fin que el de favorecer al amigo magnate. Lo peor es que puede ser cierto.
El aviso mafioso, en verdad, había sido anticipado, cuando la soldadesca del “amigo Héctor” hizo circular el video de la interrupción del “reportaje” a Milei por parte del asesor Caputo. En el reino de la impunidad, la indignidad del “periodista” y del canal que le paga parecen apenas daños colaterales, vistos los miles de millones de dólares en danza en estos negocios a la vista. Sin olvidar los otros, los que no se ven.
PARA QUIENES GUSTAN DE LOS NÚMEROS. FEBRERO.
TÍTULOS A FAVOR DEL OFICIALISMO: 35,8 % (ENE 55,1 %)
TÍTULOS DESVAVORABLES AL OFICIALISMO: 32,3 % (ENE 18,6 %)
TÍTULOS EQUIDISTANTES/NEUTRALES: 31,7 % (ENE 26,2 %)
TÍTULOS FAVORABLES A LA OPOSICIÓN; 10,0 % (ENE 6,3 %)
TÍTULOS DESFAVORABLES A LA OPOSICIÓN: 79,8 % (ENE 87,2 %)
TÍTULOS EQUIDISTANTES/NEUTRALES: 10,1 % (ENE 6,3 %)
TOTAL DE TÍTULOS DE ACTUALIDAD POLÍTICA Y ECONÓMICA: 602
FAVORABLES AL OFICIALISMO MÁS
DESFAVORABLES A LA OPOSICIÓN: 46,01 % (ENE 60,9 %)
DESFAVORABLES AL OFICIALISMO
MÁS FAVORABLES A LA OPOSICIÓN: 27,2 % (ENE 16,4 %)
EQUIDISTANTES PARA UNOS Y OTROS: 26,7 % (ENE 22,6 %)
(Reseña de Hugo Muleiro)
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