La economía argentina atraviesa un momento de extrema fragilidad. En su editorial en El Destape 1070, el periodista Roberto Navarro reveló que el propio Javier Milei teme que el dólar alcance los 2.000 pesos si no se toman medidas urgentes. La información es alarmante y deja en evidencia las contradicciones del modelo libertario, que desde diciembre ha visto cómo la salida de capitales se acelera, el riesgo país se dispara y el Banco Central interviene con maniobras desesperadas para contener la situación.
La receta de Cavallo: ¿una solución o una bomba de tiempo?
De acuerdo con Navarro, Milei recibió el consejo de Domingo Cavallo, el exministro de Economía de Carlos Menem y artífice del corralito de 2001. La sugerencia fue clara: ajustar el dólar oficial entre 1.400 y 1.450 pesos para evitar que se dispare a los 2.000. ¿Acaso el libertario se encuentra sin opciones y obligado a escuchar a los mismos arquitectos de crisis pasadas?
El plan de Milei para contener la inflación se basaba en la estabilidad cambiaria. Sin embargo, las intervenciones del Banco Central han drenado reservas y la fuga de capitales ha socavado la confianza del mercado. En este contexto, las advertencias de Cavallo suenan más a un presagio que a una estrategia viable.
El miedo a la devaluación y la presión del FMI
Navarro también señaló que el FMI podría estar presionando a Milei para que acelere una devaluación controlada. Desde diciembre, la estrategia del Gobierno ha sido evitar la corrección cambiaria a toda costa, pero la realidad económica se impone. Con una inflación galopante y un modelo de ajuste extremo, la estabilidad cambiaria parece una ilusión.
Si el dólar sube descontroladamente, la devaluación podría convertirse en un golpe mortal para la economía doméstica. Salarios pulverizados, consumo desplomado y un crecimiento de la pobreza que podría ser irreversible. Aun así, la decisión de Milei sigue atada a su dogmatismo y a su relación con el poder financiero internacional.
La tormenta perfecta: fuga de capitales, inflación y guerra comercial
Como si el escenario nacional no fuera lo suficientemente complicado, Navarro advirtió sobre el impacto de la guerra comercial iniciada por Donald Trump. Las tensiones en el mercado global podrían afectar negativamente a la frágil economía argentina, reduciendo las expectativas de inversión y profundizando la crisis cambiaria.
Milei enfrenta un dilema que podría definir su futuro político: ceder ante el FMI y devaluar de manera controlada o seguir sosteniendo una ficción cambiaria que podría explotar en cualquier momento. En cualquiera de los escenarios, la crisis ya golpea con fuerza y el «modelo de la libertad» tambalea ante la realidad económica.
El miedo de Milei a una disparada del dólar no es infundado. La economía argentina está al borde de un nuevo colapso y las medidas desesperadas no han logrado contener la hemorragia. La sombra de Cavallo reaparece con recetas recicladas que podrían agravar la situación. ¿Cuánto tiempo podrá el Gobierno evitar lo inevitable? La respuesta podría llegar antes de lo que muchos esperan.
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