Karina Milei y el escándalo Libra: Pruebas, encubrimiento y el silencio del fiscal Taiano

La hermana del presidente supervisó las negociaciones con empresarios cripto y en 2021 ya había lanzado un token para recaudar fondos. La justicia, sin embargo, la mantiene fuera de la investigación.

Las sombras del escándalo cripto que envuelve a la Casa Rosada se hacen cada vez más densas. A medida que emergen nuevas pruebas sobre la participación de Karina Milei en la trama de la criptomoneda Libra, también se intensifican las críticas hacia el fiscal Eduardo Taiano, cuya pasividad ante la investigación ha generado sospechas de encubrimiento. Mientras el entorno presidencial maniobra para garantizar la impunidad de la autoproclamada «jefa» de la estructura libertaria, el caso se convierte en un símbolo del deterioro institucional que atraviesa el país bajo el gobierno de Javier Milei.

Desde su llegada al poder, el presidente Javier Milei ha intentado imponer un relato de pureza y transparencia, denunciando a los «cómplices de la casta» y prometiendo acabar con la corrupción estructural. Sin embargo, la realidad golpea con dureza: su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia y pieza clave de su estructura política, aparece directamente vinculada a un esquema opaco de negociaciones con empresarios cripto que incluyó sobornos y promesas de inversión.

Según reveló el periodista Hugo Alconada Mon en La Nación, Karina Milei supervisó las negociaciones que llevaron a la firma de una «carta de intención» con la plataforma Cube Exchange en octubre pasado. Un mes después, discutió un borrador de «acuerdo de asociación» con el empresario Hayden Mark Davis, quien afirmó tener en su poder 100 millones de dólares pertenecientes «a la Argentina» y reveló haber pagado coimas para garantizar la concreción del negocio.

Las evidencias también la sitúan como la principal articuladora de las conversaciones previas a la firma, en las que participaron traders como Mauricio Novelli y Manuel Terrones Godoy, el exasesor de la Comisión Nacional de Valores (CNV) Sergio Morales y un actor hasta ahora desconocido en la trama, Ariel Parkinson. «Las discusiones previas a la firma fueron con Karina, y solo después llegó el Presidente», aseguró una fuente clave en la investigación.

Lejos de ser un caso aislado, la relación de Karina Milei con el mundo cripto viene de largo. En 2021, junto con Novelli, lanzó un token para financiar la campaña presidencial de su hermano. El experimento logró recaudar unos 12 mil dólares antes de fracasar, pero confirma su temprana incursión en este tipo de operaciones. Una fuente cercana al gobierno reveló que «fue idea de Karina» impulsar la iniciativa.

A pesar de la magnitud del escándalo, la fiscalía de Eduardo Taiano ha evitado hasta ahora incluir a Karina en la investigación. No ha solicitado allanamientos ni ordenado el secuestro de celulares y computadoras de la hermana presidencial, lo que ha despertado serias sospechas sobre su accionar. Esta inacción ya le valió una denuncia por parte de la Coalición Cívica, que lo acusa de encubrimiento y de no tomar medidas elementales para esclarecer el caso.

Uno de los denunciantes del fraude, el abogado Gregorio Dalbón, ironizó sobre la actitud del fiscal: «Taiano es un delfín: nada, nada, nada». La inactividad de la fiscalía contrasta con la celeridad con la que Taiano respondió a Dalbón en privado, acusándolo de impulsar una «campaña mediática» en su contra. El abogado incluso publicó capturas de sus conversaciones con el fiscal, lo que refuerza la sensación de un pacto de protección hacia la hermana del Presidente.

El silencio judicial no es el único blindaje con el que cuenta Karina Milei. En los círculos más altos del gobierno se baraja la posibilidad de postularla como candidata a diputada en las elecciones legislativas de este año para que obtenga fueros y así evite cualquier consecuencia judicial. La estrategia no es nueva: la historia argentina está plagada de ejemplos de figuras políticas que encontraron en el Congreso un refugio ante las investigaciones judiciales. Pero en este caso, la maniobra resulta especialmente escandalosa dado el discurso moralista con el que el oficialismo intentó justificar su llegada al poder.

Las sospechas sobre Taiano también se refuerzan por un dato no menor: su hijo, Federico Taiano, ocupa un cargo en la Jefatura de Gabinete que conduce Guillermo Francos. Este vínculo directo con el gobierno genera un evidente conflicto de intereses que pone en jaque la independencia de la investigación y refuerza la percepción de que el fiscal está jugando a favor del oficialismo.

El escándalo Libra se suma a una larga lista de irregularidades que salpican al gobierno de Milei y desnudan la hipocresía de su «batalla contra la casta». Mientras el presidente insiste en que su gestión representa una ruptura con la corrupción del pasado, su hermana se encuentra en el epicentro de un entramado turbio de negociaciones con empresarios cripto, financiación irregular de campañas y presuntas coimas.

La pregunta que sobrevuela es clara: ¿Hasta cuándo podrá Karina Milei sostener su impunidad? Con una justicia adormecida, un fiscal que elige mirar para otro lado y un gobierno dispuesto a blindarla políticamente, la respuesta parece inclinarse en favor de los poderosos. Pero la opinión pública y la presión mediática pueden cambiar el rumbo de esta historia. La verdad, tarde o temprano, siempre encuentra la manera de salir a la luz.

Fuente:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *