Desde Davos a la represión: la caída libre del Gobierno de Milei

Entre la represión y el descrédito: la peligrosa deriva del gobierno de Milei

La brutal represión frente al Congreso expone la debilidad del oficialismo y la pérdida de credibilidad de la gestión libertaria.

Javier Milei está perdiendo el control. Esa es la lectura que distintos analistas políticos vienen haciendo de una gestión que, a poco más de tres meses de haber asumido, está mostrando fisuras evidentes. La represión desatada el miércoles frente al Congreso, con infiltrados, detenciones arbitrarias y un despliegue violento que hizo recordar las peores postales del macrismo, fue solo el reflejo más nítido de una administración que empieza a tambalear.

Para Gustavo Córdoba, director de la consultora Zuban Córdoba, la pérdida de credibilidad del gobierno libertario comenzó mucho antes de la jornada de protestas y represión. «Podemos situarlo en Davos, en el discurso de Milei allí, donde el Gobierno empezó a perder reputación. Y lo del Crypto-Gate fue particularmente interesante, porque el error no fue en un tema de salud o educación, sino en finanzas internacionales, un ámbito en el que Milei se supone especialista», explicó en diálogo con Radio Con Vos.

El Crypto-Gate no solo expuso las contradicciones del presidente, que daba cursos sobre criptomonedas y las defendía como el futuro de la economía, sino que también golpeó su imagen. Según Zuban Córdoba, en ese momento Milei tenía una imagen positiva del 42% y una negativa del 57%. Un mes después, esa imagen cayó entre cinco y seis puntos, según distintas encuestas. «El Gobierno ya no tiene la ventaja del principio, cuando todo lo que hacía parecía no costarle nada. Ahora cada paso en falso se paga doble», advirtió Córdoba.

La pregunta que sobrevuela es si la represión le sirvió o no al Gobierno. Desde el oficialismo, las redes libertarias intentaron instalar la idea de que la brutalidad policial y la caza de manifestantes fortalecieron a Milei. Sin embargo, Córdoba es tajante: «Hay una pérdida de poder evidente. En democracia funciona la disuasón, no la aplicación de la fuerza. Y lo que pasó ayer fue una derrota política para el Gobierno».

Las imágenes de infiltrados policiales generando disturbios y la brutalidad con la que fueron golpeados y detenidos manifestantes pacíficos pusieron en el centro del debate la estrategia del oficialismo. «Si el Gobierno va a denunciar golpe de Estado cada vez que pierde consenso, ¿cómo va a llegar al 2027? Hay una mala praxis y una falta de visión política preocupante», sostuvo el analista.

A esto se suma otro factor clave: la economía. Aunque la inflación se desaceleró, la mayoría de la población sigue sin poder llegar a fin de mes. «Hay un 35-40% de la sociedad que todavía cree que Milei los va a sacar adelante, pero ya hay un 55% que tiene una posición opositora clara. La economía no está bien y la gente lo siente», señaló Córdoba.

En este contexto, la oposición empieza a tomar forma, aunque aún sin un liderazgo definido. «Lo más saludable de lo que ocurrió ayer es que la sociedad argentina perdió el miedo a manifestarse. Quizá ahora el temor se traslade a las filas del Gobierno», concluyó el encuestador.

El Milei que se mostraba desafiante en sus primeros meses de gobierno empieza a enfrentar una realidad mucho más hostil. Sin rumbo claro, sin respaldo mayoritario y con una economía que no despega, el libertario está cada vez más solo. La pregunta ya no es si su imagen caerá más, sino cuánto resistirá antes de que la realidad lo golpee de lleno.

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