Del escándalo presidencial a la réplica legislativa: la trama detrás de la manipulación cripto
José Luis Espert promocionó en X el token $LIBRA V2 y luego denunció que su cuenta fue hackeada. La maniobra es idéntica a la que protagonizó Javier Milei hace un mes, cuando impulsó el token original y desató un escándalo financiero que aún lo persigue. En ambos casos, la historia es la misma: una criptomoneda de dudoso origen que dispara su valor por unos minutos, dejando millones en ganancias para unos pocos y enormes pérdidas para miles de pequeños inversores.
La historia de la estafa con $LIBRA tiene un nuevo capítulo. Esta vez el protagonista es José Luis Espert, el diputado libertario que promocionó en su cuenta de X (ex Twitter) la criptomoneda $LIBRA V2, solo para borrar el mensaje minutos después y denunciar que su cuenta había sido hackeada. El episodio es un calco de lo ocurrido con el presidente Javier Milei en febrero, cuando su posteo impulsó el valor del token original de manera artificial, permitiendo que un grupo selecto de inversores se enriqueciera mientras miles de personas perdían su dinero en cuestión de minutos.
El guion es el mismo: un referente libertario con acceso a grandes audiencias en redes sociales, una criptomoneda de reciente creación que se dispara apenas es promocionada, un grupo de beneficiados que retiran sus ganancias antes del colapso y, finalmente, la estrategia del «hackeo» o la negación de responsabilidades cuando el fraude se hace evidente. Lo que varía es el protagonista, pero la estafa sigue intacta.
La jugada de Espert: una operación burda y descarada
El miércoles por la noche, la cuenta verificada de Espert en X publicó un mensaje en el que celebraba «la revolución liberal» y anunciaba el lanzamiento de $LIBRA V2, asegurando que se trataba de un proyecto destinado a «impulsar la economía argentina» mediante un sistema de financiamiento descentralizado. Como ocurrió con Milei, la publicación incluía el código del contrato para adquirir el token.
El mensaje duró una hora antes de ser eliminado. Para entonces, el daño ya estaba hecho: según los registros de BscScan, el token fue creado apenas un minuto antes del tuit de Espert, lo que sugiere una coordinación explícita entre su publicación y el lanzamiento de la cripto. El efecto inmediato fue un aumento en la capitalización de mercado del token hasta superar los 128.000 dólares, seguido de un derrumbe del 96% en menos de cinco minutos.
Tras el desastre, la reacción del entorno de Espert fue la esperable: su asesora Jimena Aristizábal afirmó que el diputado había sido víctima de un hackeo. La contradicción no tardó en llegar cuando la misma asesora retuiteó la publicación con la promoción del token, lo que generó aún más sospechas sobre la veracidad del supuesto ataque informático.
Pero lo más burdo vino después. En un intento por reforzar su versión, Espert escribió un tuit lamentando el supuesto hackeo. Lo curioso es que, según su asesora, el legislador todavía no había recuperado su cuenta, lo que implicaría que el mensaje donde denunciaba la vulneración de su perfil también habría sido escrito por el hacker. Una coartada tan ridícula como inverosímil.
La sombra de Milei y el escándalo de $LIBRA
El caso de Espert no puede entenderse sin mirar hacia atrás, específicamente a lo ocurrido el 14 de febrero, cuando el propio Javier Milei protagonizó el mayor escándalo financiero de su gobierno al promocionar la criptomoneda $LIBRA en su cuenta de X. En esa oportunidad, el presidente publicó un enlace directo al sitio vivalalibertadproject.com con los datos del contrato del token, lo que provocó un aumento astronómico de su valor, seguido de un desplome que generó pérdidas millonarias para 44.000 inversores.
A diferencia de Espert, Milei no recurrió a la excusa del hackeo. Su defensa fue aún más endeble: alegó desconocer los «pormenores del proyecto» y aseguró que no promocionó la cripto, sino que solo la difundió. El resultado, sin embargo, fue idéntico: un grupo de insiders se enriqueció con ganancias cercanas a los 87 millones de dólares, mientras miles de pequeños ahorristas fueron estafados.
El escándalo de $LIBRA desató una ola de denuncias judiciales contra Milei en Argentina y Estados Unidos, además de pedidos de juicio político y la apertura de una comisión investigadora en el Congreso. Pese a ello, el presidente sigue negando cualquier responsabilidad.
Un modus operandi que se repite: el libertarismo como fachada del fraude
Si hay algo que queda claro en estos episodios es que no se trata de errores aislados ni de hackers imaginarios. Estamos ante un patrón de fraude financiero sostenido desde los más altos niveles del poder libertario, donde los funcionarios usan su imagen pública para inflar artificialmente el valor de criptomonedas y generar enormes ganancias para un círculo cerrado de especuladores.
El caso de Kanye West, quien recientemente denunció que le ofrecieron promocionar una memecoin a cambio de un pago millonario con la condición de mantener la publicación activa por varias horas antes de denunciar un hackeo, expone con crudeza el mecanismo detrás de estas maniobras. Espert y Milei repiten esa misma lógica, pero con el agravante de que lo hacen desde el poder, manipulando a sus propios seguidores y beneficiando a los mismos grupos financieros que dicen combatir.
La hipocresía libertaria queda en evidencia. Mientras hablan de «mercados libres» y «finanzas descentralizadas», operan como meros facilitadores de esquemas especulativos diseñados para vaciar los bolsillos de los pequeños ahorristas. En lugar de un Estado regulador que proteja a los ciudadanos, proponen una anarquía financiera donde los más poderosos tienen vía libre para estafar impunemente.
El silencio cómplice y el riesgo de la impunidad
Lo más preocupante de esta trama no es solo la repetición del fraude, sino la falta de consecuencias reales para sus protagonistas. Milei sigue en funciones, sin sanciones por su accionar con $LIBRA. Espert, lejos de enfrentar una investigación seria, apela a la coartada infantil del hackeo, esperando que la noticia se diluya en la vorágine mediática.
El gobierno de La Libertad Avanza ha demostrado que su verdadero modelo económico no es el liberalismo, sino la estafa institucionalizada. En esta Argentina gobernada por el fraude, el mercado no es un espacio de libre competencia, sino un casino amañado donde siempre ganan los mismos.
Mientras tanto, los pequeños inversores siguen pagando la cuenta. El único hackeo real no es el de Espert, sino el que este gobierno está perpetrando contra el bolsillo y la confianza de los argentinos.
Espert promocionó en X el token $LIBRA V2 y luego denunció que su cuenta fue hackeada

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