Patricia Bullrich desafía a Milei y rechaza ser candidata en la Ciudad: tensiones, conspiraciones y riesgo de ruptura

La ministra de Seguridad se niega a encabezar la lista legislativa de La Libertad Avanza en CABA, desatando una crisis en el oficialismo y alimentando rumores de su salida del gabinete.

Con el cierre de listas a la vuelta de la esquina, la presión de Karina Milei sobre Patricia Bullrich para convertirla en la principal candidata en la Ciudad de Buenos Aires choca con la férrea negativa de la ministra. En un Gobierno atravesado por luchas internas, la disputa expone la fragilidad de la estructura libertaria y el temor a una derrota frente al PRO.


A pocos días del cierre de listas para la Legislatura porteña, una nueva tormenta sacude el interior del Gobierno de Javier Milei. En esta ocasión, la protagonista es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien rechazó rotundamente la posibilidad de encabezar la lista de legisladores de La Libertad Avanza en la Ciudad de Buenos Aires. La negativa, lejos de ser un desacuerdo menor, ha escalado hasta convertirse en una batalla soterrada con Karina Milei, la omnipresente hermana del presidente y arquitecta del armado electoral libertario. Mientras los libertarios buscan con desesperación un candidato competitivo en la Capital, la resistencia de Bullrich expone las tensiones y las ambiciones personales que atraviesan a un oficialismo cada vez más fragmentado.Desde hace semanas, en los pasillos de la Casa Rosada se barajaba la posibilidad de que Bullrich encabezara la lista de legisladores porteños como una estrategia para asegurarle a Milei una victoria simbólica frente a los Macri, quienes han convertido CABA en su último bastión de poder. Sin embargo, la ministra dejó en claro a su entorno que no está dispuesta a dejar su cartera para ser parte de una maniobra electoral que considera menor y que, en su visión, la apartaría de su rol central en el Gobierno. «Los va a sacar cagando», resumió, sin sutilezas, uno de sus colaboradores más cercanos.

El rechazo de Bullrich no solo irritó a Karina Milei, sino que también agitó una serie de operaciones dentro del oficialismo, donde algunos sectores comenzaron a difundir versiones sobre su posible renuncia. En este contexto, Diego Kravetz, el secretario de Seguridad porteño y hombre de confianza del PRO, aparece en escena como un potencial sucesor que busca capitalizar la situación para quedarse con el Ministerio de Seguridad. La versión fue desmentida de manera categórica por el entorno de Bullrich, pero la desconfianza dentro del Gobierno sigue creciendo.

En paralelo, el oficialismo enfrenta un problema mayor: la falta de figuras con peso electoral en la Ciudad de Buenos Aires. Con la negativa de Bullrich y la resistencia del vocero presidencial Manuel Adorni a postularse, los libertarios se encuentran al borde del vacío político en un distrito clave. La pelea con el PRO es crucial para el futuro de La Libertad Avanza, ya que una derrota en la Ciudad pondría en riesgo la narrativa de Milei como líder absoluto de la nueva derecha y debilitaría su capacidad de negociación con los sectores más duros del macrismo.

La desesperación dentro del oficialismo se hace evidente. En la intimidad, Milei y su hermana han transmitido a su círculo cercano la urgencia de encontrar un candidato con peso suficiente para evitar una debacle electoral. «Ya le dijeron a Milei que tiene que poner al mejor candidato posible, la Capital es la vidriera del país y no pueden exponerse a que Macri les gane porque quedan muy debilitados para el resto de las elecciones», aseguró un dirigente libertario. Pero, hasta ahora, esa búsqueda ha resultado infructuosa.

Mientras tanto, Bullrich sigue fortaleciendo su propio juego político, manteniendo estrechos lazos con dirigentes del PRO y del radicalismo. La ministra sabe que su permanencia en el Gobierno es clave para su futuro, pero también que cualquier movimiento en falso puede convertirla en la próxima víctima de las purgas internas que han caracterizado la gestión de Milei. A pesar de que la inseguridad es hoy una de las principales preocupaciones de la ciudadanía, y que su imagen sigue siendo alta dentro del electorado libertario, Bullrich enfrenta un dilema: seguir como una funcionaria clave dentro del Gobierno o romper definitivamente con Milei si la presión en su contra se intensifica.

Lo cierto es que la negativa de Bullrich a ser candidata es solo un síntoma de un problema mayor dentro del oficialismo. Las tensiones internas, la falta de un liderazgo claro más allá de la figura del Presidente y las crecientes diferencias con el macrismo han convertido al espacio libertario en un campo minado de ambiciones y desconfianza. Con un Milei cada vez más aislado y una Karina Milei obsesionada con consolidar el control sobre el armado electoral, el Gobierno enfrenta una encrucijada: imponer a la fuerza una candidatura sin consenso o aceptar que su estrategia política está al borde del colapso.

En este contexto, la crisis por la lista de legisladores en CABA es apenas un adelanto de lo que podría suceder a nivel nacional. Con la fragilidad estructural de La Libertad Avanza expuesta a la vista de todos, la pregunta ya no es solo quién encabezará la boleta en la Ciudad, sino cuánto tiempo más podrá Milei sostener un Gobierno cada vez más asediado por sus propias contradicciones. La negativa de Bullrich no solo deja al descubierto la falta de conducción política del presidente, sino que también abre la puerta a un enfrentamiento con consecuencias imprevisibles dentro del oficialismo.

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