Escándalo cripto: la Justicia investiga un tuit de Javier Milei del 17 de febrero que podría ser clave en la estafa de Libra

La jueza Sandra Arroyo Salgado amplía la investigación y pone el foco en un retuit del presidente que habría disparado el valor de la criptomoneda, beneficiando a especuladores con información privilegiada.

A medida que avanza la causa por la estafa cripto de Libra, la Justicia argentina comienza a conectar los hilos que unen al entorno de Javier Milei con una operación de inflación artificial de activos digitales. Un tuit del presidente, publicado el 17 de febrero, es ahora pieza clave en la investigación judicial.

La investigación sobre la estafa de la criptomoneda Libra ha dado un giro inesperado que compromete directamente al presidente Javier Milei y su entorno. La jueza Sandra Arroyo Salgado ha decidido ampliar la causa, poniendo la lupa sobre un retuit que el mandatario realizó el 17 de febrero. La decisión judicial se basa en un hecho innegable: tras la publicación del mensaje por parte de Milei, el valor de la moneda digital experimentó una repentina alza, beneficiando a un grupo selecto de inversores que contaban con información privilegiada.

El escándalo estalló originalmente el 14 de febrero, cuando Libra colapsó tras una serie de operaciones especulativas. Sin embargo, tres días después, el presidente de la Nación compartió un mensaje de Dario Epstein, asesor financiero vinculado a su espacio, en el que se detallaban los pasos para adquirir la moneda digital. Ese mismo día, el valor de Libra volvió a dispararse momentáneamente, antes de desplomarse de nuevo. Para la Justicia, no se trata de una coincidencia, sino de una posible maniobra deliberada para manipular el mercado.

Según la resolución judicial, el retuit de Milei y la posterior suba de la criptomoneda podrían formar parte de una estrategia de fraude financiero. La jueza Arroyo Salgado ha ordenado investigar si esta acción se realizó desde la Residencia Presidencial de Olivos, lo que sumaría a la causa un elemento de extrema gravedad institucional. De confirmarse, se estaría ante una operación en la que el propio presidente de la Nación habría facilitado indirectamente una maniobra especulativa en perjuicio de pequeños inversores.

Los querellantes en la causa han solicitado congelar billeteras virtuales vinculadas a la operación, en un intento de recuperar los fondos que cientos de damnificados perdieron en el colapso de Libra. Mientras tanto, la disputa judicial sobre la competencia del caso sigue abierta. La jueza Servini, en Comodoro Py, también investiga la estafa, y el conflicto por determinar quién llevará la causa podría escalar hasta la Cámara de Casación Penal.

La trama que envuelve a esta criptomoneda está lejos de ser un simple episodio de especulación financiera. La participación indirecta del presidente Milei, a través de sus redes sociales, plantea interrogantes sobre el grado de conocimiento que él y su entorno tenían sobre la estafa. La pregunta clave es si su retuit fue un acto inocente o si formó parte de una estrategia coordinada con actores del mercado cripto para inflar artificialmente el valor de Libra, permitiendo que ciertos jugadores vendieran en el momento exacto antes de un nuevo desplome.

La defensa del presidente intentará minimizar el impacto de esta nueva revelación, argumentando que se trató de un simple retuit sin intención de influir en el mercado. Sin embargo, los hechos sugieren otra cosa: un mandatario que, consciente o no, utilizó su plataforma para amplificar una operación financiera fraudulenta que terminó costando millones a pequeños inversores.

A medida que se profundiza la investigación, crece la presión sobre el Gobierno para esclarecer su rol en este escándalo. Si se comprueba que hubo un uso deliberado de la influencia presidencial para manipular el valor de un activo digital, el escándalo Libra podría convertirse en el primer gran caso de corrupción financiera de la era Milei. La Justicia tiene ahora la tarea de determinar hasta dónde llega la responsabilidad del presidente y si su acción fue simplemente negligente o parte de un entramado más oscuro de complicidad con el sector financiero especulativo.

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