Vergonzoso: Bullrich otra vez reprimió a los jubilados

El operativo desmedido de Bullrich contra un puñado de manifestantes deja en evidencia la violencia institucional y económica del gobierno de Javier Milei.

Por tercera vez en el mes, los jubilados volvieron a marchar en soledad y, otra vez, fueron reprimidos con violencia por un despliegue policial desproporcionado. Con gases, palos y empujones, el Ministerio de Seguridad dirigido por Patricia Bullrich envió más de 700 efectivos de las fuerzas federales para contener a un pequeño grupo de adultos mayores que protestaban frente al Congreso por la brutal pérdida de poder adquisitivo de sus jubilaciones.

La imagen es la misma de las últimas semanas: calles valladas, camiones hidrantes, escuadrones motorizados y un ejército policial persiguiendo a jubilados que, lejos de rendirse, se autodenominan «los viejos y las viejas de todos los miércoles». Del otro lado, un gobierno que responde con represión a las demandas de los más vulnerables, dejando claro que la violencia es su única política de Estado.

Gases lacrimógenos contra jubilados: la nueva normalidad en Argentina

El operativo de este miércoles 26 de marzo fue aún más feroz que los anteriores. Los manifestantes fueron acorralados por efectivos de la Gendarmería y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), mientras que grupos motorizados sembraban el terror en las inmediaciones del Congreso.

Los pocos jubilados que lograron llegar a la Plaza de los Dos Congresos se encontraron con un enorme vallado que los mantenía alejados del parlamento. Muchos terminaron refugiándose en la vereda de la histórica confitería El Molino, donde nuevamente fueron rociados con gas pimienta.

Un grupo reducido de la UOM, ATE, la UTEP y el Partido Obrero llegó más tarde para solidarizarse con los jubilados. Sin embargo, su presencia no logró cambiar la ecuación: la represión continuó y el caos generado por la propia policía terminó colapsando el tránsito en la zona.

La jubilación en caída libre y la indiferencia del gobierno

Desde la asunción de Javier Milei, el ajuste sobre los jubilados ha sido brutal. La eliminación de la fórmula de movilidad y la falta de aumentos reales han pulverizado los ingresos de los adultos mayores, quienes ya venían golpeados por la crisis inflacionaria.

Mientras la inflación no da tregua, los haberes mínimos quedaron por debajo de la línea de indigencia. El gobierno no solo recorta derechos, sino que también criminaliza a quienes se atreven a protestar por su supervivencia.

El cinismo del oficialismo quedó expuesto cuando el vocero presidencial, Manuel Adorni, minimizó la represión y sugirió que «se trató de un operativo preventivo para garantizar la seguridad». Pero, ¿de quién deben protegerse los argentinos? ¿De un puñado de jubilados con carteles pidiendo aumentos dignos?

Un modelo de ajuste sostenido con represión

El caso de los jubilados es solo una muestra más del modelo de gobierno que impulsa Milei: ajuste feroz para los sectores populares, entrega de recursos a los grandes grupos económicos y represión sistemática para cualquier intento de protesta.

La persecución de los manifestantes no es casual. En un contexto de crisis social creciente, el gobierno necesita infundir miedo para desactivar cualquier resistencia a sus políticas de saqueo.

Pero la imagen de los jubilados enfrentando a la policía con dignidad es un símbolo que crece semana a semana. Son pocos, pero son la demostración de que, pese a la violencia estatal, la lucha sigue en las calles.

Fuente:

  • https://www.tiempoar.com.ar/ta_article/los-jubilados-volvieron-a-marchar-en-soledad-y-otra-vez-bullrich-los-mando-a-reprimir/

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