En una entrevista contundente en C5N, Axel Kicillof respondió a las acusaciones del gobierno nacional, destacó las inversiones en seguridad y educación, y denunció el abandono de responsabilidades por parte de Milei. ¿Hasta dónde llegará el ajuste y la desregulación?
En una entrevista extensa y sin concesiones en C5N, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, desplegó un discurso crítico y argumentativo frente a las políticas del gobierno nacional de Javier Milei. Con un tono incisivo y provocativo, Kicillof no solo defendió su gestión en materia de seguridad, educación y salud, sino que también expuso las contradicciones y los efectos devastadores del ajuste económico impulsado por el gobierno nacional.
Kicillof comenzó abordando uno de los temas más sensibles: la inseguridad. Frente a las acusaciones del presidente Milei, quien calificó a la provincia de Buenos Aires como un «baño de sangre», el gobernador respondió con datos contundentes. «Cuando asumí, había alrededor de 1.000 homicidios al año en la provincia. Hoy estamos en 800, una de las tasas más bajas de la región», afirmó. Sin embargo, Kicillof no se limitó a los números. Criticó duramente la falta de respeto hacia las víctimas y sus familias, acusando al gobierno nacional de utilizar la inseguridad como herramienta de campaña electoral. «Hacer política con el dolor ajeno es indignante», sentenció.
El gobernador también destacó las inversiones realizadas en seguridad durante su gestión. «Cuando llegamos, había 790 patrulleros en toda la provincia. Hoy tenemos 5.500, además de 1.000 motos y seis helicópteros operativos», enumeró. Sin embargo, Kicillof no dejó de señalar que estas mejoras se ven amenazadas por el recorte de fondos por parte del gobierno nacional. «Nos sacaron 700.000 millones de pesos del fondo de seguridad. Eso equivale a 100.000 patrulleros que no pudimos comprar», denunció.
En materia de narcotráfico, Kicillof fue claro: «Cada gramo de cocaína que llega a la provincia de Buenos Aires entró por una frontera que no es nuestra. La responsabilidad es del gobierno nacional». El gobernador insistió en que, mientras el gobierno de Milei no controle las fronteras, el problema del narcotráfico seguirá siendo una amenaza para la seguridad de los bonaerenses.
Pero la crítica de Kicillof no se limitó a la seguridad. El gobernador también abordó el impacto del ajuste económico en la educación y la salud. «Inauguramos 240 escuelas nuevas, pusimos a punto 500 y construimos 10.000 aulas nuevas. Sin embargo, el gobierno nacional cortó el fondo de incentivo docente y dejó de distribuir libros para las bibliotecas», señaló. En cuanto a la salud, Kicillof denunció que el gobierno nacional ha abandonado su responsabilidad en la provisión de medicamentos, especialmente para enfermedades como el cáncer. «El gobierno provincial está haciendo frente a lo que el gobierno nacional ha dejado de hacer», afirmó.
Kicillof también criticó la política económica de Milei, a la que calificó como «un plan viejo y fracasado». «El gobierno nacional está aferrado a un tipo de cambio fijo y a la apertura de importaciones, lo que está destruyendo la industria nacional y generando desempleo», sostuvo. El gobernador recordó que la provincia de Buenos Aires concentra el 50% de la industria nacional y que las políticas de Milei están afectando gravemente a este sector. «Estamos hablando de 200.000 despidos en los últimos meses. Eso son familias enteras que están sufriendo», lamentó.
En un momento de la entrevista, Kicillof también se refirió a la situación política y electoral. «El gobierno nacional ha generado un caos en el sistema electoral con la boleta única y la incertidumbre sobre las PASO», afirmó. El gobernador señaló que, en la provincia de Buenos Aires, se está evaluando la posibilidad de desdoblar las elecciones para garantizar que los bonaerenses puedan votar de manera ordenada y sin confusiones.
Finalmente, Kicillof hizo un llamado a la unidad del campo popular para enfrentar lo que calificó como un «gobierno autoritario y homofóbico». «Mi ley no ha dejado sector sin agredir. Necesitamos un frente amplio que defienda la producción, el trabajo y los derechos de los argentinos», concluyó.
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