En medio de un ajuste económico y una retórica anti-establishment, el gobierno de Javier Milei pone en duda la continuidad del CONICET, el principal motor de la investigación científica en Argentina. Sus declaraciones sobre la utilidad de la ciencia y la tecnología generan preocupación en la comunidad científica y en la sociedad en general.
La incertidumbre se cierne sobre el futuro del CONICET. El gobierno de Javier Milei, en su cruzada por reducir el gasto público y desmantelar organismos estatales, ha puesto en el punto de mira al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, la institución científica más prestigiosa de Argentina y Latinoamérica.
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Las alarmas se encendieron tras declaraciones del presidente Milei cuestionando la utilidad de ciertas investigaciones científicas y su desprecio por el conocimiento que no tenga una aplicación práctica inmediata. «¿En qué mejora la vida de la gente estudiar el ano dilatado de Batman?«, ironizó el mandatario, refiriéndose a un estudio científico sobre el sistema digestivo de los murciélagos.
Estas declaraciones, sumadas a la intención del gobierno de disolver organismos estatales y transferir áreas del CONICET a las provincias, generaron preocupación en la comunidad científica, que teme un desmantelamiento del organismo y un retroceso en el desarrollo científico y tecnológico del país.
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«El CONICET es una esperanza para el futuro de Argentina», afirmó Mario Seco en el programa «Palabra de Campo» de Radio 10. «Es un espacio que estamos construyendo contra Milei, contra un gobierno que lastimó mucho al pueblo argentino y que no le interesa la educación, la salud, la seguridad ni el bienestar de los jubilados».
Seco destacó el entusiasmo que existe entre los intendentes bonaerenses con el frente anti-Milei, liderado por Axel Kicillof, y la necesidad de que el peronismo levante una bandera que canalice la angustia de la gente ante las políticas de ajuste y exclusión social del gobierno.
La polémica por el CONICET se suma a otras medidas controvertidas del gobierno de Milei, como el recorte de fondos para educación y salud, la desregulación de la economía y la promoción de políticas que benefician a los sectores más privilegiados de la sociedad.
Mientras tanto, las encuestas reflejan un escenario político polarizado. Según un sondeo de Clarín, La Libertad Avanza, el partido de Milei, lidera la intención de voto para las legislativas en la provincia de Buenos Aires, pero Cristina Fernández de Kirchner se mantiene como la figura con mayor apoyo individual.
La situación del CONICET y las políticas del gobierno de Milei generan un debate profundo sobre el modelo de país que queremos para el futuro. ¿Un país que invierte en ciencia y tecnología para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, o un país que apuesta por el ajuste y la exclusión social, relegando la investigación científica a un segundo plano?
La respuesta a esta pregunta está en manos de la sociedad argentina, que deberá decidir en las próximas elecciones si quiere seguir por el camino de la esperanza y el desarrollo, o si prefiere retroceder a un pasado de atraso y desigualdad.
La ciencia como motor de desarrollo:
La ciencia y la tecnología son fundamentales para el desarrollo económico y social de un país. La investigación científica genera conocimiento, innovación y progreso, que se traducen en mejoras en la calidad de vida de las personas, en el crecimiento de las empresas y en el avance de la sociedad en su conjunto.
En Argentina, el CONICET es el principal organismo encargado de promover la investigación científica y tecnológica. Sus investigadores trabajan en diversas áreas del conocimiento, desde la medicina y la biología hasta la física y la química, generando resultados que tienen un impacto positivo en la vida de los argentinos.
La ciencia argentina ha sido protagonista de importantes logros a lo largo de la historia, como el desarrollo de la vacuna contra la fiebre aftosa, la creación del primer corazón artificial latinoamericano y la participación en proyectos internacionales de investigación espacial.
Invertir en ciencia y tecnología es invertir en el futuro del país. El CONICET es un patrimonio de todos los argentinos y su desmantelamiento sería un retroceso para el desarrollo científico y tecnológico de la nación.
Radio 10 – Palabra de campo
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