Buenos Aires – Jaime Durán Barba, el consultor político ecuatoriano, lanzó una advertencia clara sobre el gobierno de Javier Milei: su estrategia de polarización extrema podría ser su peor enemigo. En una entrevista con Jorge Fontevecchia, el analista estableció paralelismos entre el ascenso de Milei y el fenómeno electoral en Ecuador, donde el correísmo, a pesar de estar en crisis, logró una remontada inesperada. La clave: el rechazo a la confrontación sistemática.
Durán Barba, conocido por su franqueza, no ahorró críticas. «Milei está polarizando la política argentina con todos: con los gays, con las mujeres, con los radicales, con lo que quedó del PRO», sostuvo, señalando que esta estrategia puede tener efectos devastadores en una elección. El ejemplo ecuatoriano es revelador: Daniel Noboa, joven candidato y figura emergente, parecía destinado a un triunfo aplastante, pero su afán de abrir demasiados frentes lo dejó al borde de la derrota. «En la polarización puede salir mal porque muchos se van a coaligar en el otro lado», explicó.
El asesor político también alertó sobre un mal que, según él, afecta a Milei: el síndrome de hybris, una peligrosa desconexión con la realidad que llevan a ciertos líderes a creerse infalibles. «Cuando un presidente se cree mesías, las cosas se pueden complicar», advirtió, evocando los casos de Donald Trump y otros dirigentes que, enceguecidos por su propia retórica, terminan aislados y derrotados.
La gran pregunta es: ¿podría el kirchnerismo capitalizar este rechazo a Milei? Durán Barba no lo descarta. «Los votos se han vuelto negativos. Trump ganó por el voto contra el establishment, no tanto por el voto a favor de él», explicó, sugiriendo que la estrategia de Milei podría terminar fortaleciendo a sus oponentes más de lo que imagina. Si el gobierno persiste en su postura agresiva contra todos los sectores, «Cristina podría llegar a tener un éxito inesperado», afirmó.
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El caso ecuatoriano también deja otra lección para Argentina: el candidato ideal para enfrentar a Milei podría no ser Cristina Kirchner, sino una figura nueva o de menor desgaste. «Un candidato que no sea Cristina podría tener mejores chances», señaló Durán Barba, recordando cómo Alberto Fernández logró la presidencia con el respaldo del kirchnerismo sin ser Cristina.
El asesor político también esbozó un posible escenario en el que una figura similar a Luisa González en Ecuador -una dirigente con fuerte respaldo de un líder político pero con menor desgaste propio- podría emerger en Argentina para enfrentar a Milei. Axel Kicillof sería el candidato natural en esa estrategia.
El futuro de la política argentina, según Durán Barba, estará determinado por la respuesta que el electorado dé a la polarización impuesta por Milei. La historia enseña que la confrontación perpetua tiene un límite: en algún momento, la balanza se inclina hacia el otro lado.
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