Crisis: El Gobierno de Milei celebra el aumento de viajeros al exterior pero expertos advierten sobre el impacto en las reservas del BCRA

El récord de argentinos viajando al exterior en los últimos meses ha encendido las alarmas. Aunque algunos lo ven como un signo de recuperación económica, otros critican la falta de control sobre la fuga de dólares y el impacto en las ya debilitadas reservas del Banco Central. ¿Es este un fenómeno de libertad económica o un nuevo frente de batalla para la frágil economía argentina?

En los últimos meses, Argentina ha experimentado un fenómeno que ha llamado la atención de economistas, políticos y ciudadanos por igual: un impresionante aumento del turismo al exterior. Según datos oficiales y reportes de agencias de viajes, el número de argentinos que viajaron al extranjero en el primer trimestre del año superó ampliamente las cifras de años anteriores. Mientras el Gobierno de Javier Milei celebra este hecho como un signo de «libertad económica» y «recuperación del poder adquisitivo», las críticas no se han hecho esperar. ¿Es realmente un motivo de celebración o un síntoma más de las profundas grietas en la economía nacional?

El aumento del turismo al exterior no es un dato menor en un país que históricamente ha lidiado con crisis cambiarias y restricciones a la compra de divisas. Según un informe de la Asociación Argentina de Agencias de Viajes y Turismo (AAAVYT), en los primeros tres meses del año, las ventas de paquetes turísticos internacionales crecieron un 40% respecto al mismo período del año pasado. Destinos como Brasil, Estados Unidos y Europa lideran las preferencias de los viajeros argentinos, quienes, al parecer, han encontrado en el «dólar tarjeta» una vía accesible para cumplir sus sueños de viaje.


Sin embargo, detrás de este aparente éxito se esconde un problema que podría tener consecuencias graves para la economía nacional: la fuga de dólares. Según estimaciones de economistas consultados por Infobae, el aumento del turismo al exterior podría representar una salida de divisas de alrededor de 1.500 millones de dólares en lo que va del año. Esto, en un contexto en el que las reservas del Banco Central están bajo mínimos y el país lucha por cumplir con sus compromisos de deuda externa, es motivo de preocupación.

El Gobierno de Milei ha defendido esta tendencia como un reflejo de la «libertad» que su administración promueve. En una reciente conferencia de prensa, el ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que «los argentinos tienen derecho a disfrutar de su dinero y a viajar si así lo desean». Sin embargo, esta postura ha sido criticada por expertos y opositores, quienes señalan que la falta de control sobre la salida de divisas podría agravar la crisis económica.

«Es un error pensar que este aumento del turismo al exterior es un signo de recuperación económica», advierte el economista Martín Kalos en una columna publicada en Clarín. «Lo que estamos viendo es una fuga de dólares disfrazada de turismo. En un país con reservas limitadas y una inflación galopante, esto es un lujo que no nos podemos permitir».


Las redes sociales también han sido un termómetro de este debate. Mientras algunos usuarios celebran la posibilidad de viajar al exterior sin restricciones, otros critican lo que consideran una «falta de responsabilidad fiscal». En Twitter, el hashtag #TurismoOFuga se ha vuelto tendencia, con usuarios compartiendo opiniones divididas. «Es increíble que en plena crisis económica, el Gobierno permita que se fuguen millones de dólares en viajes», escribió un usuario. Por su parte, otro respondió: «Es mi dinero y puedo hacer con él lo que quiera. Si el Gobierno no quiere que se fuguen dólares, que arregle la economía».

Pero más allá de las opiniones en redes, lo cierto es que este fenómeno tiene un impacto directo en las reservas del Banco Central. Según un informe de Ámbito Financiero, el aumento del turismo al exterior ha contribuido a una caída del 8% en las reservas netas en los últimos dos meses. Esto, sumado a la falta de inversión extranjera y la caída en las exportaciones, ha puesto al país en una situación delicada.

¿Qué está haciendo el Gobierno para frenar esta fuga de divisas? Hasta ahora, muy poco. A diferencia de gestiones anteriores, que implementaron restricciones a la compra de dólares para turismo, la administración de Milei ha optado por una política de «libertad absoluta». Sin embargo, esta postura ha sido cuestionada incluso dentro de su propio espacio político. «No se puede hablar de libertad económica cuando no hay un plan para fortalecer las reservas», señaló un diputado opositor en una reciente sesión del Congreso.



Por otro lado, algunos analistas sugieren que este aumento del turismo al exterior podría ser una consecuencia indirecta de las políticas económicas del Gobierno. La devaluación del peso y la falta de control sobre la inflación han hecho que muchos argentinos busquen refugio en bienes y servicios extranjeros. «Viajar al exterior se ha convertido en una forma de proteger el valor de los ahorros», explica la economista María Sol Pérez en una nota publicada en La Nación. «En un contexto de incertidumbre económica, gastar en dólares parece una opción más segura que ahorrar en pesos».

En definitiva, el aumento del turismo argentino al exterior es un fenómeno complejo que no puede ser analizado de manera superficial. Si bien es cierto que refleja un deseo legítimo de los ciudadanos de disfrutar de su dinero, también es un síntoma de las profundas desigualdades y desequilibrios económicos que atraviesa el país. En lugar de celebrar este boom turístico como un éxito, el Gobierno debería preguntarse qué está haciendo para fortalecer la economía y evitar que los dólares sigan fugándose.

Mientras tanto, las reservas del Banco Central siguen en caída libre, y los argentinos, entre la euforia de viajar y la angustia de una economía que no termina de despegar, se preguntan cuál será el próximo capítulo de esta historia.

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