Las acciones argentinas que cotizan en Wall Street sufren desplomes históricos, evidenciando la fragilidad económica y la falta de estrategias efectivas del gobierno de Milei ante un contexto internacional adverso.
En una jornada marcada por la incertidumbre global, los ADRs argentinos registran caídas significativas en el premarket de Nueva York. Mientras tanto, la administración de Javier Milei parece carecer de respuestas concretas para enfrentar la crisis, exponiendo al país a mayores vulnerabilidades en el mercado internacional.Clarin.com
La economía argentina se encuentra nuevamente en el ojo de la tormenta. Este lunes, las acciones de empresas nacionales que cotizan en Wall Street, conocidas como ADRs, experimentaron desplomes alarmantes en el premarket, reflejando no solo la volatilidad de los mercados internacionales, sino también la endeble estructura económica interna y la falta de dirección del gobierno de Javier Milei.
Central Puerto lideró las pérdidas con una caída del 18%, situándose en 8,20 dólares por acción. Pampa Energía no se quedó atrás, registrando una baja del 12,51% hasta los 60 dólares. YPF, la emblemática petrolera estatal, continuó su tendencia descendente al retroceder casi un 7%, después de haber cerrado el viernes en 30 dólares. Estas cifras no son meros números; son el reflejo de una economía que se desmorona mientras el gobierno observa impasible.
El sector bancario también mostró signos de debilidad. BBVA Argentina vio cómo sus acciones caían un 5,63%, pasando de 15,80 a 14,91 dólares. Banco Macro no fue la excepción, con una disminución del 4,13%. Estos descensos evidencian la falta de confianza de los inversores en las instituciones financieras del país, una desconfianza alimentada por políticas gubernamentales erráticas y una ausencia de liderazgo económico.
Este desplome de los ADRs argentinos se enmarca en un contexto global de alta volatilidad. Las bolsas asiáticas y europeas también sufrieron caídas significativas, impulsadas por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Sin embargo, mientras otras naciones implementan estrategias para mitigar el impacto, Argentina parece navegar a la deriva, sin un plan claro para enfrentar la tormenta económica.
El presidente Javier Milei, en su afán por desmantelar el Estado y promover una ideología de mercado extremo, ha dejado al país sin herramientas para protegerse en momentos de crisis. La eliminación de regulaciones y la apertura indiscriminada de la economía han expuesto a las empresas nacionales a la voracidad de los mercados internacionales, sin ningún tipo de salvaguarda.
La situación se agrava al considerar la posición de Argentina en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). La demora en alcanzar un acuerdo ha puesto al peso argentino bajo una presión insoportable, llevando al Banco Central a vender 730 millones de dólares de sus reservas en un intento desesperado por sostener la moneda. Sin embargo, estas medidas paliativas no abordan las causas profundas de la crisis, que radican en la falta de una política económica coherente y en la negligencia del gobierno de Milei.
Es imperativo cuestionar las decisiones de una administración que, en lugar de fortalecer la economía nacional, parece empeñada en desmantelarla. La ausencia de una estrategia clara para enfrentar los desafíos globales y la dependencia de soluciones externas, como los préstamos del FMI, solo profundizan la crisis y aumentan la vulnerabilidad del país.
Mientras tanto, la población argentina es la que sufre las consecuencias de estas políticas fallidas. La inflación descontrolada, el aumento de la pobreza y la pérdida de poder adquisitivo son realidades que el gobierno de Milei parece ignorar. La desconexión entre las decisiones gubernamentales y las necesidades del pueblo es cada vez más evidente y preocupante.
En conclusión, el desplome de las acciones argentinas en Wall Street es un síntoma de una enfermedad más profunda: la incompetencia y negligencia de un gobierno que ha abandonado su responsabilidad de proteger y promover el bienestar económico de su pueblo. Es hora de que Javier Milei y su administración rindan cuentas por sus acciones y reconsideren el rumbo antes de que el país caiga en un abismo del cual será difícil salir.
Fuente:
Deja una respuesta