La fábrica de zapatillas Puma en La Rioja despidió a 23 trabajadores tras el regreso de sus vacaciones, y el gremio advierte que este es solo el comienzo. La crisis del sector se agudiza bajo el gobierno de Javier Milei, que con sus políticas económicas está destruyendo la industria nacional y dejando a miles de familias en la calle.
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La noticia de los despidos en Puma ha generado una gran preocupación en la provincia de La Rioja y en todo el país. La Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra) ha declarado el estado de alerta y advierte que el número de despidos podría aumentar en las próximas semanas.
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La situación en Puma es un reflejo de la profunda crisis que atraviesa el sector del calzado en Argentina. La combinación de la caída del consumo interno, la dificultad para exportar debido al tipo de cambio desfavorable y la apertura indiscriminada de importaciones están asfixiando a la industria nacional.
Desde la llegada de Javier Milei al gobierno, las políticas económicas han golpeado duramente a la industria. La devaluación, la alta inflación y la recesión están llevando al cierre de empresas y a la pérdida de miles de puestos de trabajo.
La situación es especialmente grave en el sector del calzado, donde en los últimos meses se han producido despidos masivos y cierres de fábricas emblemáticas como la de Dass en Coronel Suárez y la de Bicontinental en Chivilcoy.
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La pérdida de empleos en la industria del calzado no solo afecta a los trabajadores y sus familias, sino que también tiene un impacto negativo en la economía local y regional. La Rioja, por ejemplo, es una provincia donde la industria del calzado tiene un peso importante en su economía.
Es fundamental que el gobierno de Javier Milei tome medidas urgentes para proteger la industria nacional y los puestos de trabajo. Es necesario implementar políticas que fomenten el consumo interno, faciliten las exportaciones y protejan a la industria de la competencia desleal de las importaciones.
La crisis del sector del calzado es una muestra más de cómo las políticas de ajuste y apertura indiscriminada están destruyendo la industria argentina. Es hora de que el gobierno escuche el reclamo de los trabajadores y empresarios y tome medidas para defender la producción nacional y el empleo.
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