Milei y el escándalo de $LIBRA: Una cripto sospechada de fraude que dejó involucrado al presidente en una estafa

El presidente argentino, Javier Milei, promocionó un token criptográfico que se desplomó horas después, generando acusaciones de estafa y cuestionamientos éticos. En un movimiento sin precedentes, el presidente Javier Milei promocionó en sus redes sociales el token $LIBRA, una criptomoneda que rápidamente subió de valor para luego desplomarse. Las acusaciones de fraude y las dudas sobre su legitimidad han puesto en jaque la credibilidad del mandatario.

En un giro inesperado que ha sacudido tanto al mundo cripto como a la política argentina, el presidente Javier Milei ha sido protagonista de un escándalo que podría marcar un punto de inflexión en su carrera. El pasado 14 de febrero, Milei publicó en su cuenta de Twitter un mensaje promocionando el token $LIBRA, una criptomoneda que, según él, estaría destinada a «incentivar el crecimiento de la economía argentina». Sin embargo, lo que parecía una iniciativa innovadora se convirtió rápidamente en un fiasco financiero y político.

El token LIBRA, que opera en la blockchain de Solana, experimento una subida exponencial en su cotización minutos después de la publicación de Milei, alcanzando un pico de casi $5.000 por unidad. Sin embargo, en cuestión de horas, su valor se desplomó a menos de $1, dejando a muchos inversores con pérdidas significativas. Este comportamiento volátil ha levantado sospechas de manipulación del mercado, especialmente porque el 80% de los tokens están concentrados en solo cinco billeteras digitales, lo que sugiere un posible esquema de pump and dump (inflar y vender).

Milei, conocido por su retórica libertaria y su defensa de las criptomonedas como herramientas de libertad financiera, ha insistido en que no tiene ninguna vinculación directa con el proyecto. En declaraciones a Bloomberg Línea, afirmó que se trata de una iniciativa privada y que su tuit fue simplemente un gesto de apoyo. Sin embargo, esta explicación no ha sido suficiente para calmar las aguas. Expertos en criptografía y economía han señalado que la promoción de un token sin respaldo real por parte de un presidente en ejercicio es, como mínimo, imprudente, y en el peor de los casos, un acto de irresponsabilidad financiera.

La comunidad cripto ha reaccionado con escepticismo y críticas. Bubblemaps, una plataforma de análisis blockchain, advirtió sobre la centralización del token y recomendó operar con precaución. Por su parte, Sebastián Serrano, CEO de Ripio, explicó a LA NACION que este tipo de activos, conocidos como memecoins, son altamente especulativos y vulnerables a estafas como el rug pull, donde los creadores abandonan el proyecto y dejan a los inversores con pérdidas totales.

Pero el escándalo no se limita al ámbito financiero. La oposición política ha sido contundente en sus críticas. Juan Grabois, dirigente social, acusó a Milei de violar el artículo 265 del Código Penal, que prohíbe a los funcionarios públicos promover intereses privados desde su cargo. Santiago Cafiero, diputado del Frente de Todos, cuestionó abiertamente si los principales beneficiarios de la subida y caída de $LIBRA podrían ser funcionarios públicos o incluso el propio presidente. Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, fue más allá y exigió una investigación en el Congreso, sugiriendo que el caso podría configurar delitos de lavado de dinero y estafa.

El escándalo también ha generado tensiones dentro del gobierno. Fuentes cercanas a la Presidencia admitieron a LPO que el equipo económico, liderado por Luis «Toto» Caputo, está preocupado por el impacto que este incidente podría tener en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo ha sido cauteloso respecto a las criptomonedas, advirtiendo sobre su potencial uso para actividades ilícitas como el lavado de dinero. La promoción de un token sin respaldo real por parte del presidente argentino no solo socava la credibilidad del país en el escenario internacional, sino que también podría complicar los esfuerzos para estabilizar la economía.

En las redes sociales, el hashtag #MileiFraude se ha vuelto tendencia, con usuarios expresando su indignación y exigiendo respuestas. Algunos han comparado este escándalo con casos anteriores de corrupción, sugiriendo que Milei no es diferente a los políticos tradicionales a los que tanto criticó. Otros han bromeado sobre la situación, comparando a Milei con David Cositorto, el famoso estafador argentino conocido por su esquema Ponzi.

Pero más allá de las críticas y los memes, el escándalo de $LIBRA plantea preguntas incómodas sobre el papel de un presidente en la promoción de activos financieros. ¿Es ético que un mandatario utilice su plataforma para respaldar un proyecto privado, especialmente uno tan especulativo como una memecoin? ¿Qué responsabilidad tiene Milei ante los inversores que perdieron dinero tras confiar en su recomendación? Y, lo más importante, ¿este incidente marcará el principio del fin de su carrera política?

En un contexto donde la confianza en las instituciones ya es frágil, el escándalo de $LIBRA no solo ha dañado la imagen de Milei, sino que también ha puesto en evidencia los riesgos de mezclar política y criptomonedas sin regulación clara. Mientras tanto, la pregunta que queda en el aire es si este será un error pasajero o el inicio de una crisis política que podría llevar a un juicio político.