Mientras el Gobierno de Javier Milei celebra una supuesta baja en los combustibles, los consumidores apenas perciben una reducción mínima en los surtidores.
YPF anunció una disminución del 4% en la nafta y del 5% en el gasoil, pero debido a impuestos y devaluación, el impacto real para el consumidor es de solo 1% y 2% respectivamente. En un contexto de ajuste económico, esta medida parece más una estrategia de marketing que un alivio tangible para el bolsillo de los argentinos.
En un país donde cada peso cuenta, el anuncio de YPF sobre la baja en los precios de los combustibles generó expectativas entre los consumidores. Sin embargo, la realidad en los surtidores dista mucho de las promesas oficiales. A partir del 1 de octubre, la petrolera estatal implementó una reducción del 4% en la nafta y del 5% en el gasoil en sus refinerías. No obstante, debido a la devaluación del peso y al aumento de impuestos, el impacto real en los precios al público es de apenas 1% y 2% respectivamente .
El presidente de YPF, Horacio Marín, justificó la medida como un reflejo de las fluctuaciones en el mercado internacional del petróleo. «Si el precio del crudo internacional sube, el precio de los combustibles localmente va a subir. Si el precio baja, vamos a bajar», afirmó Marín . Sin embargo, esta política de precios «justos» parece ignorar el contexto económico local, donde la inflación y la pérdida del poder adquisitivo afectan profundamente a los ciudadanos.
La medida también ha sido criticada por su escaso impacto real en el bolsillo de los consumidores. Según Marín, «el gasoil, que hoy sale a 100 unidades desde la refinería de La Plata, mañana costará 95. No obstante, debido a la devaluación del peso, que es de un 2%, y al aumento de impuestos, el efecto final que verán los consumidores será una reducción del 2% en el gasoil y del 1% en las naftas» . En términos concretos, si un litro de nafta costaba $1.000, la reducción sería de apenas $10; en el caso del gasoil, de $20.
Esta situación plantea interrogantes sobre la verdadera intención detrás de la medida. ¿Es una estrategia para mejorar la imagen del Gobierno en medio de un ajuste económico severo? ¿O simplemente una maniobra para desviar la atención de los problemas estructurales que enfrenta el país?
Además, la política de precios de YPF parece estar más alineada con los intereses del mercado internacional que con las necesidades de los argentinos. La empresa busca mantener un «precio justo» que refleje las condiciones del mercado internacional y local, así como la evolución de los costos asociados a la producción de combustibles . Sin embargo, esta lógica de mercado no considera el impacto que tiene en la vida cotidiana de millones de personas que dependen del combustible para trabajar, estudiar o simplemente vivir.
En este contexto, la «rebaja» de YPF se presenta más como una ilusión que como una solución real. Una medida que, lejos de aliviar la carga económica de los argentinos, evidencia la desconexión entre las políticas del Gobierno y las necesidades de la población.
Es necesario repensar las estrategias económicas y priorizar políticas que realmente beneficien a la mayoría de los ciudadanos. De lo contrario, medidas como esta seguirán siendo percibidas como gestos vacíos en medio de una crisis que exige respuestas concretas y efectivas.
Fuentes:
- https://www.baenegocios.com/economia/YPF-confirmo-la-baja-del-precio-de-los-combustibles-20240930-0023.html
- https://www.elliberal.com.ar/nota/31650/2024/09/anuncian-rebaja-de-precios-de-nafta-y-gasoil-en-ypf-desde-la-medianoche
- https://derechadiario.com.ar/economia/ypf-baja-precio-los-combustibles-cuanto-sera-baja-y-desde-cuando-aplica
- https://www.ellitoral.com/informacion-general/ypf-anuncio-rebaja-precios-nafta-gasoil-bajaran-combusitble-petrolo-precio-internacional_0_YNwC6TOk9Z.html
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