Aseguran que Milei interviene en la Corte Suprema por miedo a ir preso

El reciente nombramiento por decreto de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla como jueces de la Corte Suprema por parte del presidente Javier Milei ha generado una ola de críticas y sospechas sobre sus verdaderas intenciones. Este movimiento, que elude la aprobación del Senado, ha sido interpretado por diversos analistas y periodistas como una estrategia para garantizar su propia impunidad ante posibles investigaciones judiciales.

El periodista Ernesto Tenembaum ha sido particularmente incisivo en sus comentarios sobre este tema. En su análisis, Tenembaum cuestiona la honestidad de Milei y sugiere que el presidente busca nombrar jueces que le aseguren protección judicial. Según Tenembaum, «El presidente está involucrado en una estafa, ¿vos pensás que va a poner jueces que lo van a investigar?». Estas declaraciones reflejan la preocupación de que Milei esté utilizando su poder para intervenir en la justicia y evitar posibles procesos en su contra.

La designación de Ariel Lijo ha sido especialmente controvertida. Lijo, quien ha estado al frente de casos de alto perfil, enfrenta más de 30 denuncias por mal desempeño ante el Consejo de la Magistratura. Su nombramiento ha sido criticado tanto por la oposición como por legisladores oficialistas, quienes cuestionan su idoneidad para el cargo. Además, la ausencia de mujeres entre los nuevos nombramientos vulnera la paridad de género en el máximo tribunal del país.


La decisión de Milei de nombrar jueces por decreto durante el receso legislativo ha sido vista como un intento de eludir el proceso constitucional que requiere la aprobación del Senado. Esta acción ha sido calificada como un exceso del poder ejecutivo y una amenaza a la independencia judicial. Analistas sugieren que, además de buscar apoyo judicial para su agenda reformista, Milei podría estar intentando desviar la atención de recientes escándalos, como una presunta estafa relacionada con criptomonedas.



De esta manera, las recientes acciones de Javier Milei en relación con la Corte Suprema han suscitado serias dudas sobre sus motivaciones. La intervención en el poder judicial y el nombramiento de jueces afines podrían ser indicativos de un intento por parte del presidente de evitar futuras investigaciones y posibles condenas, utilizando su posición para asegurar su propia protección legal.

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