El Senado blindó a Milei y frenó la investigación sobre el escándalo cripto. Con el respaldo del PRO, los gobernadores aliados y un radicalismo que se tiñe cada vez más de violeta, el oficialismo logró evitar la creación de una comisión investigadora sobre la estafa con la memecoin $Libra, dejando al descubierto los intereses que protegen al presidente.
El Senado de la Nación fue escenario de un bochorno político que, lejos de sorprender, confirma una vez más que la tan mentada «casta» no es otra cosa que el entramado de poder que protege a Javier Milei. Con 23 votos en contra y 47 a favor, a tan solo un voto de su aprobación, el oficialismo logró frenar la creación de una comisión investigadora sobre el escándalo de la memecoin $Libra, una estafa piramidal que llevó la firma y el rostro del presidente.
El PRO y La Libertad Avanza (LLA) consolidaron su sociedad política, con seis de los siete senadores macristas alineándose al oficialismo para bloquear cualquier intención de investigar la maniobra fraudulenta. A ellos se sumaron gobernadores aliados y un sector del radicalismo que, una vez más, demostró que su discurso opositor es solo una farsa conveniente.
Un pacto de impunidad: Milei, el PRO y los gobernadores aliados
Lejos de la retórica libertaria contra «la casta», los hechos demuestran que cuando se trata de protegerse entre ellos, las diferencias ideológicas desaparecen. El PRO, que bajo el liderazgo de Mauricio Macri se vendió como un partido republicano y de valores institucionales, terminó operando como un escudo de impunidad para Milei. Senadores como Luis Juez, Enrique Goerling Lara y Alfredo De Angeli rechazaron la comisión investigadora sin reparos, mostrando que la supuesta «transparencia» con la que se llenan la boca es solo marketing político.
A ellos se sumaron los inefables operadores provinciales, con gobernadores como Alberto Weretilneck (Río Negro) y Hugo Passalacqua (Misiones) brindando el respaldo necesario para que Milei pudiera dormir tranquilo. En un acto de servilismo, sus senadores Carlos Omar Arce y Sonia Elizabeth Rojas Decut ni siquiera se molestaron en aparecer en la sesión, permitiendo que con una sola ausencia se enterrara la posibilidad de investigar el escándalo.
La UCR: tibieza y traición en cuotas
Si alguien todavía espera coherencia de la Unión Cívica Radical (UCR), esta votación dejó en claro que el partido centenario sigue atrapado entre su discurso opositor y su práctica funcional al Gobierno. Mientras el senador Pablo Blanco impulsó el proyecto y Martín Lousteau lo defendió con dureza, otros seis senadores radicales votaron en contra de la investigación, traicionando a sus propios compañeros y alineándose con el oficialismo.
El caso más notorio fue el de Víctor Zimmerman (Chaco), quien primero sostuvo que una investigación «sería beneficiosa», pero luego argumentó que la Justicia es la única que debe actuar. Un oportuno cambio de opinión que permitió a Milei salir ileso, al menos por ahora, de un escándalo que en cualquier país serio ya habría generado su destitución.
La «casta» que Milei protege
Detrás de todo este entramado, lo que queda en evidencia es que la «casta» contra la que Milei dice luchar no es más que una construcción discursiva para atacar a sus enemigos políticos, mientras en los hechos protege a los mismos sectores de siempre. Los bancos, los especuladores financieros, los operadores políticos disfrazados de «libertarios» y la derecha tradicional se reúnen bajo un mismo techo cuando se trata de defender sus negocios.
El rechazo a la investigación sobre la estafa cripto no es solo un acto de protección a Milei, sino una muestra del verdadero poder que gobierna el país: una coalición de oportunistas que negocian impunidad a cambio de favores políticos.
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