El escándalo de la criptomoneda $LIBRA avanza en la Justicia y ya se cobró la renuncia de un asesor clave de Karina Milei. La trama involucra a empresarios cercanos al oficialismo y expone la impunidad en los negocios turbios del poder.
El allanamiento a los domicilios del empresario Mauricio Novelli y de Sergio Morales, asesor de la Comisión Nacional de Valores y hombre de confianza de Karina Milei, marca un punto de inflexión en la investigación sobre la estafa con la criptomoneda $LIBRA. Mientras el gobierno intenta desmarcarse, las conexiones políticas y económicas de los involucrados ponen en jaque la credibilidad del oficialismo.
La corrupción y los negocios oscuros han sido una constante en los círculos de poder de Argentina, pero cuando los escándalos rozan el núcleo más íntimo del oficialismo, el impacto es aún mayor. En las últimas horas, el caso de la criptomoneda $LIBRA escaló a un nivel crítico con la renuncia de Sergio Morales, asesor clave de la Comisión Nacional de Valores (CNV) y hombre de confianza de Karina Milei, la hermana y mano derecha del presidente Javier Milei.
Morales no cayó solo. Su salida se precipitó tras los allanamientos ordenados por la Justicia en el marco de la investigación que lidera el fiscal Eduardo Taiano. Su domicilio y el de Mauricio Novelli, empresario vinculado a la cuestionada criptomoneda, fueron inspeccionados en busca de pruebas que esclarezcan un posible fraude financiero de magnitudes aún desconocidas. Se incautaron computadoras y teléfonos, dejando entrever que la investigación apenas comienza y que podría arrastrar a figuras aún más influyentes del gobierno.
El entramado de la estafa con $LIBRA se compone de un puñado de empresarios que, amparados en un discurso libertario de libre mercado, construyeron un esquema de especulación digital que hoy está bajo la lupa judicial. Novelli, principal nexo entre Morales y la estructura de Karina Milei, encabeza la empresa Tech Forum, una firma que ha estado en el centro de los cuestionamientos. La sospecha es clara: se habría montado un andamiaje financiero fraudulento que operó con la complacencia de sectores ligados al gobierno.
La renuncia de Morales no es un hecho aislado, sino un síntoma de una estructura de poder que, pese a sus discursos moralizantes y anti-casta, no duda en incursionar en negocios de dudosa legalidad. Su carta de dimisión intenta despegarlo de cualquier delito, pero su vinculación con Novelli y su llegada al gobierno de la mano de Karina Milei lo ubican en el centro de la escena. Su salida no es solo una decisión administrativa; es la primera ficha que cae en un tablero donde cada movimiento puede desatar una crisis aún mayor para el oficialismo.
El relato libertario de transparencia y lucha contra la corrupción comienza a desmoronarse ante la realidad. El gobierno de Milei se ha caracterizado por un doble discurso: mientras arremete contra el Estado y sus regulaciones, sus funcionarios y allegados participan de estructuras financieras opacas que dependen de la falta de control estatal para operar impunemente. La trama de $LIBRA y la caída de Morales exponen esta contradicción de manera brutal.
El impacto político de la investigación sobre la criptoestafa no se mide solo en términos judiciales. La renuncia de un hombre tan cercano a Karina Milei deja en evidencia que el escándalo no es un asunto menor y que el poder real dentro del gobierno no está en Balcarce 50, sino en la estructura paralela que maneja la hermana del presidente. Karina Milei, lejos de ser una simple operadora política, es la articuladora de un entramado de influencias que ahora enfrenta su primera gran crisis.
El allanamiento a Morales y Novelli es una señal de que la Justicia avanza, pero también plantea interrogantes: ¿hasta dónde llegará la investigación? ¿Se buscará encubrir a otros funcionarios implicados? ¿El gobierno intentará despegarse del escándalo sacrificando más piezas menores? La historia reciente de Argentina nos ha enseñado que cuando los negocios turbios involucran a sectores del poder, la impunidad suele prevalecer sobre la verdad.
La estafa de $LIBRA ya dejó su primera víctima política, pero el daño al gobierno de Javier Milei recién empieza. Con la Justicia pisándole los talones a sus operadores más cercanos, el relato libertario de pureza y transparencia se tambalea. La pregunta es cuánto tiempo podrá sostenerse antes de que el escándalo lo termine de derrumbar.
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