Buenos Aires – Mientras el gobierno de Javier Milei avanza con su agenda en el Congreso, la percepción ciudadana sobre su gestión parece estar en otro plano. Según el politólogo Federico González, las encuestas muestran que la aprobación presidencial ronda el 38-39%, muy por debajo de los números más optimistas que presentan otros sondeos. A pesar de los serios problemas que enfrenta su administración, la maquinaria libertaria sigue adelante con su proyecto, aunque cada vez con más fricciones.
Un presidente que avanza, pero no convence
González sostiene que hay una desconexión entre los logros legislativos del gobierno y el humor social. “El gobierno tiene problemas serios, y cuando uno no los asume, eso se paga”, señala. Sin embargo, Milei ha conseguido victorias importantes en el Congreso, como la aprobación del crédito con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque sin transparencia sobre los montos exactos. “Arrancaron diciendo 8 mil millones de dólares, después 10 mil, luego 12 mil, 15 mil, 20 mil, y si es para cubrir el tema de las letras intransferibles son 23 mil”, detalla el politólogo, subrayando el desorden en la comunicación oficial.
Pero, ¿estos éxitos en el Parlamento se traducen en respaldo ciudadano? González es tajante: no. “Una cosa son los éxitos legislativos y otra es la percepción del ciudadano. Hoy, el ciudadano no está ejerciendo el rol institucional que confía en la Constitución, que es el voto”.
El peronismo y la resistencia que no arranca
Milei no solo enfrenta un deterioro en su imagen, sino que encuentra un adversario debilitado. El peronismo atraviesa una crisis interna que lo ha llevado a la atomización. Como reflejo de esa fragmentación, ni siquiera logró marchar unido en la conmemoración del 24 de marzo, un hecho sin precedentes. “Hasta los organismos de derechos humanos marcharon juntos, menos el peronismo”, enfatiza González. En este contexto, Milei sigue capitalizando políticamente la falta de una oposición unificada, aunque su ventaja sobre el peronismo ya no es la misma que en el ballotage. “Si hoy hubiera una segunda vuelta, no sería 56% a 44%, sino 52% a 48%. Y eso también existe”, advierte el analista.
Macri: el ocaso del líder que fue
Otro dato clave es el estado de un PRO en decadencia. Mauricio Macri intenta volver a la arena política con estrategias de antaño, como el timbreo en la Ciudad de Buenos Aires. Sin embargo, su figura ha perdido peso. “El PRO está totalmente devaluado. Todos los que compiten hoy estaban juntos en 2015. Larreta fue candidato a presidente y ahora busca una banca legislativa. Lo mismo María Eugenia Vidal. Es un descenso evidente”, sostiene González.
Macri, que alguna vez fue la cara visible del cambio político en Argentina, hoy enfrenta una cruda realidad: su intención de voto no supera el 9%. “No está mal, pero no pasa nada con Macri”, concluye el politólogo, reflejando el declive del expresidente dentro del escenario político actual.
El desgaste de Milei y un futuro incierto
El gobierno de Milei sigue avanzando a paso firme en el Congreso, pero el malestar social es cada vez más palpable. El apoyo popular que lo llevó al poder se erosiona con el paso de los meses. Su mayor ventaja sigue siendo la fragmentación de la oposición, pero si su imagen continúa en caída, el capital político que aún conserva podría esfumarse más rápido de lo que sus seguidores esperan.
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