Cecilia Moreau denuncia en el Congreso el avance de un proyecto que busca inhabilitar no solo a personas, sino a un modelo de gestión que prioriza las mayorías. La crítica feroz al gobierno y su alianza con Macri.
En un discurso, la diputada Cecilia Moreau (Unión por la Patria) repudió la medida del gobierno de Javier Milei de retirar el cuadro de Néstor Kirchner y advirtió sobre el carácter autoritario del proyecto «Ficha Limpia».
En una sesión cargada de tensiones, la diputada Cecilia Moreau no dejó títere con cabeza. Con un discurso crítico y provocativo, Moreau repudió la decisión del secretario de Derechos Humanos del gobierno de Javier Milei de retirar el cuadro del expresidente Néstor Kirchner, quien en su momento bajó el retrato del dictador Jorge Rafael Videla. «Es una decisión arbitraria, parte de un plan para borrar la política de Derechos Humanos que ha sido faro en Argentina y el mundo», afirmó la legisladora, marcando un tono de denuncia que no abandonaría en toda su intervención.
Moreau no se limitó a criticar la simbología del acto, sino que lo enmarcó en un proyecto político más amplio y peligroso: la consolidación de un régimen autoritario que busca exterminar al adversario. «Ficha Limpia no es más que un paso en este proyecto», aseguró, refiriéndose a la iniciativa que busca inhabilitar a personas con antecedentes penales para ocupar cargos públicos. Pero, según Moreau, el objetivo real no es la transparencia, sino la eliminación de cualquier voz disidente. «El que piense distinto tiene que ser borrado del mapa», sentenció.
La diputada no dudó en señalar a Mauricio Macri como el «autor intelectual» de este proyecto. «Macri tiene tentáculos en el poder judicial, en el poder económico y en el poder político», afirmó, recordando las polémicas decisiones del expresidente, como la fuga de Peirano Basso y su impunidad en casos como el del Correo Argentino y el espionaje ilegal. «No sean caraduras», les espetó a los legisladores oficialistas, acusándolos de ser cómplices de un plan que busca «disciplinar» a la dirigencia política y asegurar que nadie vuelva a defender la soberanía nacional desde el sillón de Rivadavia.
Moreau también defendió con firmeza el legado de Cristina Fernández de Kirchner, a quien describió como la artífice de uno de los procesos de inclusión y transformación más importantes de la historia reciente. «La pueden querer o no, pero no pueden negar que mejoró la vida de millones de argentinos», afirmó, recordando cómo Cristina puso un límite a Mauricio Macri en 2019. «Hoy le están cobrando todo eso», dijo, sugiriendo que el proyecto «Ficha Limpia» es una venganza política disfrazada de legalidad.
El discurso de Moreau no solo fue una defensa del kirchnerismo, sino también una advertencia sobre el futuro de la democracia argentina. «Cada vez que se proscribió a los pueblos, los pueblos rompieron esa cadena», afirmó, recordando que la historia está llena de ejemplos de resistencia frente a los autoritarismos. «No van a lograr que dejemos de militar por el país que soñamos», aseguró, en un llamado a la movilización y la defensa de los derechos conquistados.
En un tono incisivo y provocativo, Moreau cerró su intervención con un mensaje claro: «Los cobardes que le temen a la competencia electoral en condiciones de igualdad no llegan a la historia, se quedan en la puerta». Y mientras recorría los barrios y miraba a la gente a los ojos, decía escuchar un pedido constante: «Acompañen a Cristina, denle fuerza, bánquenla». Para millones de argentinos, las decisiones de Cristina no fueron indiferentes, y hoy más que nunca, su legado está en juego.
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