El diputado de La Libertad Avanza maniobra desde su nuevo puesto político para beneficiar a su empresa familiar. Bajo el amparo de Karina Milei y Eduardo “Lule” Menem, controla el PAMI provincial y convierte a su clínica en un centro de referencia obligatoria para pacientes vulnerables.
El nuevo negociado libertario con la salud de los más vulnerables
El desembarco de Javier Milei en el poder ha traído consigo una serie de movimientos políticos que desdibujan cualquier intención de transparencia en la gestión estatal. Uno de los casos más flagrantes es el de Manuel Quintar, diputado libertario de Jujuy y hombre de confianza de Karina Milei. Su historia personal y política es un testimonio de cómo la supervivencia en el poder no es incompatible con el oportunismo y el acomodo.
Quintar no es un desconocido en la provincia. Su familia ha estado históricamente ligada al negocio de la salud con la clínica Los Lapachos, un establecimiento que en los años 90 funcionó bajo el nombre de Sanatorio Quintar y terminó quebrado, dejando a acreedores en la ruina. Sin embargo, lejos de desaparecer, la institución se recicló con una nueva identidad y permaneció en manos de la misma familia. Hoy, esa clínica se ha convertido en el centro neurálgico de un escándalo de corrupción y negociado con fondos públicos.
Del kirchnerismo a La Libertad Avanza: la conveniencia del camaleónico Quintar
Quintar no siempre militó en las filas libertarias. De hecho, en 2022, cuando Alberto Fernández visitó a Milagro Sala en Los Lapachos, él fue uno de los anfitriones del encuentro. Su clínica era el refugio de la líder de la Tupac Amaru y de su círculo cercano. Pero los tiempos cambian y, con la llegada de Milei al poder, Quintar se reacomodó rápidamente en el nuevo orden político.
Su pase a La Libertad Avanza no solo le aseguró una banca legislativa, sino también una cuota de poder en la administración pública. Apadrinado por Eduardo «Lule» Menem, hombre de confianza de Karina Milei, Quintar logró poner a su propio administrador, Evaristo Bautista, al frente de la Unidad de Gestión Local (UGL) del PAMI en Jujuy. Desde esa posición estratégica, tejieron una maniobra que benefició directamente a su negocio familiar.
El PAMI al servicio del negocio privado
Gracias al control que ejerce sobre el PAMI provincial, Quintar consiguió que la clínica Los Lapachos se convirtiera en la institución encargada de emitir los certificados que exige la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) para acceder a la Pensión no Contributiva por Invalidez Laboral. Esta medida obliga a las personas con discapacidad a presentarse en su establecimiento para validar su condición de beneficiarios.
El escándalo se desató cuando se filtró un telegrama de la ANDIS dirigido a cientos de pensionados, exigiéndoles que se presentaran con su DNI y documentación médica el 24 de abril de 2025 en la sede de Policonsultorio Los Lapachos, ubicada en Alto Comedero. Este procedimiento, que en teoría busca «garantizar transparencia y evitar fraudes», en la práctica canaliza un flujo masivo de pacientes vulnerables hacia un negocio privado manejado por el mismo legislador que gestiona el PAMI provincial.
El conflicto de intereses es evidente: un diputado que usa su influencia política para generar ingresos a su empresa privada con dinero del Estado. Esto no solo contradice el supuesto «cambio de paradigma» que Milei prometió con su gobierno, sino que también desnuda cómo la nueva casta, la libertaria, está aplicando los mismos mecanismos de corrupción que denunció en campaña.
Una denuncia que golpea a la gestión de Milei
El caso ya llegó a la Justicia. El director ejecutivo del PAMI, Esteban Leguizamo, ha sido denunciado por avalar esta maniobra. Sin embargo, el gobierno de Milei, que no escatima en discursos contra el «Estado bobo» y la «corrupción kirchnerista», guarda un silencio absoluto cuando se trata de irregularidades protagonizadas por sus propios funcionarios.
La contradicción es grosera. Mientras Milei recorta presupuestos en áreas esenciales como la educación y la salud pública, permite que figuras como Quintar conviertan la asistencia social en un botín personal. El ajuste, lejos de eliminar privilegios, los está redistribuyendo dentro de la nueva estructura de poder.
El escándalo en Jujuy deja en evidencia el verdadero rostro de La Libertad Avanza: un espacio político que, lejos de desmantelar la «casta», la está reconfigurando para su propio beneficio. El relato de la «meritocracia» y la «libertad» se desmorona ante la realidad de los negocios turbios, los acomodos y el uso discrecional de los recursos del Estado.
En el medio, los más vulnerables, las personas con discapacidad que dependen del PAMI, se ven obligadas a formar parte de un sistema que los trata como clientes cautivos de un legislador que ha convertido su banca en una oficina de negocios privados.
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