La disputa entre los dirigentes comenzó por el manejo de los presos en la capital y se extendió a redes sociales con duras acusaciones.
La interna dentro del PRO estalló en las redes sociales con un fuerte cruce entre Patricia Bullrich y Mauricio Macri por la crisis carcelaria en la Ciudad de Buenos Aires.
En medio de una creciente tensión por la seguridad, las palabras de ambos exmandatarios mostraron no solo sus diferencias políticas, sino también el grado de fractura que atraviesa la oposición.
La ministra de Seguridad apuntó sin filtros contra el expresidente, acusándolo de usar la seguridad como un botín político, mientras que Macri la responsabilizó por no hacerse cargo del problema.
Todo comenzó con un reclamo de Jorge Macri, quien denunció que el 90% de los presos en la Ciudad pertenecen al Servicio Penitenciario Federal y exigió que sean trasladados.
En ese marco, el ministro de Seguridad porteño exigió a la ministra Bullrich un plan concreto y fechas precisas para trasladar a los detenidos a cárceles federales. “Las comisarías no son cárceles, los policías no son guardiacárceles. Necesitamos a los policías en las calles, protegiendo a los porteños, no a los presos”, subrayó, quien, visiblemente molesto, pidió soluciones rápidas para aliviar la presión que enfrentan las fuerzas de seguridad de la Ciudad.
Mauricio Macri respaldó el planteo con dureza: “Los casi 27.000 policías que tiene la Ciudad tienen que estar al servicio de cuidar las calles y a los porteños, no a los presos”.
En su mensaje, el ex presidente recalcó que la situación no podía seguir así y que el gobierno de la Ciudad estaba haciendo lo posible para atender el problema, pero que la Nación debía hacerse cargo de los presos que corresponden al sistema federal: «El Ministerio de Seguridad y el Servicio Penitenciario Federal tienen que cumplir con su responsabilidad. La Ciudad está para ayudar, pero las comisarías no son cárceles”.
Pero Bullrich no tardó en responderle y lo hizo con artillería pesada: “Macri, Mauricio, el país requiere que ustedes dejen de pensar en sus intereses particulares y usar la Ciudad de botín. Se acabó esa Argentina”, lanzó en X, dejando en claro que la Nación no se hará cargo de los presos de la Ciudad.
En un tono aún más confrontativo, la ministra le recordó que la cárcel de Marcos Paz, que debía estar lista en 2020, sigue inconclusa y responsabilizó a su gestión por el hacinamiento de 2.000 detenidos. “Se quedaron con la policía, se quedaron con la cárcel de Devoto, pero pretenden que el resto del país les banque los presos”, disparó.
Y cerró con una frase demoledora: “Gestionar la seguridad no es diseñar uniformes”, un mensaje directo contra Macri y su espacio.
Por Ezequiel Bucetto para Data Diario
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