La ciudad enfrenta una de las peores inundaciones de su historia con seis muertos y cientos de evacuados. Mientras la solidaridad de la comunidad y el esfuerzo de la provincia intentan contener la crisis, el gobierno de Milei brilla por su ausencia.
(Por Walter Onorato) Bahía Blanca se ha convertido en el epicentro de una catástrofe que desnuda el impacto devastador del ajuste salvaje promovido por el gobierno de Javier Milei. Con más de 300 milímetros de agua acumulada, barrios enteros anegados y al menos seis personas fallecidas, la ciudad enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes. Mientras el gobernador Axel Kicillof y las autoridades locales despliegan un operativo de emergencia para asistir a los damnificados, el gobierno nacional se muestra ausente o, peor aún, utiliza la tragedia para ensayar un miserable espectáculo político.
El intendente de Bahía Blanca, Federico Susbielles, confirmó que ya son más de mil los evacuados, sumando a las víctimas de la vecina localidad de Cerri. Los equipos de rescate, conformados por personal municipal, Defensa Civil, bomberos y efectivos del Ejército, trabajan sin descanso para asistir a quienes lo han perdido todo. Sin embargo, el panorama es desolador: calles convertidas en ríos, familias atrapadas en sus casas sin acceso a agua potable y electricidad, y un clima de incertidumbre ante el riesgo de nuevas tormentas.
Con el intendente @fsusbielles y los ministros de Seguridad @JaviAlonsook y de Transporte @MartinMarinucci recibimos en el Comité de Operaciones de Emergencia en @MunicipioBahia a los ministros nacionales @PatoBullrich y @luispetri para repasar la articulación de la evacuación de… pic.twitter.com/uT1GHMqAhx
— Axel Kicillof (@Kicillofok) March 8, 2025
La ausencia del Estado nacional y la indiferencia libertaria
En medio de este desastre, la actitud del gobierno de Milei no solo es de indiferencia, sino que refuerza el abandono estructural al que han sido sometidas las provincias. Mientras Bahía Blanca se hunde, desde la Casa Rosada persisten con su relato meritocrático, repitiendo la farsa de que la asistencia estatal es «puro gasto» y que la solidaridad debe provenir exclusivamente de la «sociedad civil». No es casualidad: el ajuste brutal impulsado por el ministro de Economía, Luis Caputo, golpeó con fuerza las partidas destinadas a infraestructura y prevención de catástrofes. El resultado está a la vista: un sistema de desagües colapsado, calles intransitables y barrios enteros sumidos en el barro.
El Ministerio de Desarrollo de la Provincia de Buenos Aires confirmó el envío de asistencia a las familias damnificadas con insumos básicos, la activación de equipos de emergencia en el territorio y el despliegue de una Mesa de Respuesta Comunitaria. Sin embargo, el esfuerzo provincial choca contra la inacción del gobierno nacional, que recortó fondos esenciales para atender este tipo de emergencias.
La hipocresía de Patricia Bullrich y el cinismo de Milei
Como en una grotesca puesta en escena, los ministros nacionales Patricia Bullrich y Luis Petri llegaron a Bahía Blanca no para aportar soluciones concretas, sino para posar ante las cámaras y fingir preocupación. La reunión con Kicillof y Susbielles en el Comité de Operaciones de Emergencia fue solo una escenificación: sin anuncios de fondos extraordinarios, sin refuerzos en la asistencia y sin respuestas sobre el desfinanciamiento de organismos clave para la prevención y respuesta ante desastres.
Lo cierto es que el modelo libertario de Milei desprecia la inversión en infraestructura y la planificación estatal, bajo la fantasía de que «el mercado» resolverá todo. Pero el agua no entiende de dogmas ultraliberales. Las obras públicas que podrían haber evitado esta tragedia fueron paralizadas por la motosierra del presidente. El ajuste no solo se traduce en despidos y recortes salariales: también se paga con vidas.
Bahía Blanca ha sido nuevamente azotada por una catástrofe natural. La situación se ha tornado muy crítica en diversos sectores. En este marco ya se contabilizan más 300 mm de agua acumulada y continuamos trabajando con todos los recursos disponibles para llegar con la asistencia… pic.twitter.com/sgJ53qM7Yi
— Federico Susbielles (@fsusbielles) March 7, 2025
El pueblo y la provincia al rescate de los olvidados
Frente al desamparo, la comunidad bahiense y las autoridades provinciales han demostrado que la verdadera solidaridad no se declama, sino que se practica. Voluntarios, organizaciones sociales y vecinos se han movilizado para brindar refugio, comida y asistencia a los afectados. La provincia de Buenos Aires, en tanto, desplegó recursos en un operativo que contrasta con la frialdad de un gobierno nacional obsesionado con la «austeridad» a cualquier costo.
Bahía Blanca no solo enfrenta una catástrofe climática: es también víctima de un modelo económico que, en nombre del «déficit cero», deja a los ciudadanos a la deriva. Mientras Milei y sus funcionarios siguen en campaña permanente, la realidad los desmiente con una violencia brutal.
El agua baja, pero la bronca sube. Y cada familia que lo ha perdido todo en esta inundación es un recordatorio de que el ajuste no es un eslogan: es sufrimiento, es desamparo, es muerte.
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