En una entrevista radial en Radio 10 – De vuelta, el médico Alexis Engel alertó sobre el posible desmantelamiento del Reprocann, el programa que habilita el cultivo de cannabis medicinal. «Esto no es un trámite administrativo: es la salud de la gente», afirmó.
El gobierno de Javier Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, están a punto de dar un paso que podría tener consecuencias devastadoras para miles de familias argentinas: la revisión y posible eliminación de 300.000 permisos del Reprocann, el programa que permite el cultivo de cannabis medicinal en domicilios particulares. Según adelantó Bullrich, el objetivo es «controlar» que los permisos no sean utilizados para fines comerciales, pero médicos y pacientes advierten que esta medida pone en riesgo tratamientos vitales para personas con epilepsia, autismo, cáncer y otras enfermedades graves.
Alexis Engel, médico cirujano con posgrado en cannabis y más de 4.000 pacientes en tratamiento, fue claro en una entrevista en Radio 10 – De vuelta: «Esto no es un trámite administrativo. Es la salud de la gente. No se puede suspender un tratamiento médico porque hay que revisar un registro». Engel, quien trabaja activamente con el sistema Reprocann, explicó que el programa no solo ha mejorado la calidad de vida de miles de personas, sino que también ha reducido la dependencia de medicamentos tradicionales con efectos adversos graves.
El Reprocann: un programa que cambió vidas
El Reprocann (Registro del Programa de Cannabis) fue creado en 2020 para regular el cultivo y uso de cannabis medicinal en Argentina. Permite a pacientes con indicación médica cultivar su propia medicina o acceder a través de cultivadores autorizados. Según Engel, el programa ha sido un éxito: «Más de 300.000 personas hoy dependen de este tratamiento. No es una exageración decir que el cannabis les ha salvado la vida».
Entre los beneficiarios del programa se encuentran niños con epilepsia refractaria, una condición que provoca decenas de convulsiones diarias y no responde a tratamientos convencionales. «El cannabis no solo redujo las convulsiones, en muchos casos las eliminó por completo. Si se suspende el tratamiento, estos chicos volverán a sufrir daños neurológicos irreversibles», explicó Engel.
También hay adultos con enfermedades crónicas, como cáncer, esclerosis múltiple y fibromialgia, que han encontrado en el cannabis un alivio para el dolor y los efectos secundarios de la quimioterapia. «No es solo una planta: es una herramienta médica que ha demostrado ser segura y efectiva», afirmó el médico.
La criminalización del cannabis medicinal
La posible revisión de los permisos del Reprocann no solo pone en riesgo la salud de los pacientes, sino que también los criminaliza. Bullrich insinuó que muchos de los permisos podrían estar siendo utilizados para fines comerciales, algo que Engel rechazó de plano: «Es como suspender los nacimientos porque hay tráfico de bebés. No se puede castigar a todos por los errores de unos pocos».
El médico recordó que el cannabis medicinal es una sustancia con un perfil de seguridad excepcional: «No hay registros de muertes por sobredosis de cannabis. En cambio, medicamentos como el paracetamol o los antidepresivos tienen efectos adversos graves, incluyendo la muerte». Engel también criticó la falta de transparencia del gobierno: «Nos enteramos de estas medidas por los medios. No hubo ninguna comunicación oficial con los médicos ni con los pacientes».
El impacto de suspender el Reprocann
Si el gobierno avanza con la revisión y eliminación de permisos, las consecuencias serían catastróficas. Engel detalló algunos casos emblemáticos:
- Niños con epilepsia: Volverían a sufrir convulsiones diarias, con el riesgo de daño cerebral permanente.
- Pacientes oncológicos: Perderían una herramienta clave para manejar el dolor y los efectos secundarios de la quimioterapia.
- Personas con autismo: Verían deteriorada su calidad de vida y su capacidad para relacionarse con su entorno.
«Esto no es solo un retroceso en términos de salud, sino también en términos de derechos humanos», afirmó Engel. El médico también advirtió que, sin el Reprocann, muchos pacientes podrían verse obligados a recurrir al mercado negro, exponiéndose a productos de calidad dudosa y precios exorbitantes.
La hipocresía del gobierno
Engel no dudó en señalar la contradicción del gobierno: «Mientras se persigue el cannabis, una sustancia segura y natural, se permite la venta libre de medicamentos como el paracetamol, que en dosis altas puede ser letal». El médico también cuestionó la falta de acción frente a problemas de salud pública más urgentes, como la falta de medicamentos esenciales en los hospitales.
«Esto no tiene que ver con la salud ni con la seguridad. Es una cuestión política y económica», afirmó Engel. El médico sugirió que detrás de esta medida podría haber presiones de la industria farmacéutica, que ve en el cannabis una competencia directa a sus productos.
Conclusión
El posible desmantelamiento del Reprocann no solo es un ataque a los derechos de los pacientes, sino también una muestra más de la falta de empatía y sentido común del gobierno de Milei. Como dijo Engel: «Esto no es un trámite administrativo. Es la vida de miles de personas. No se juega con la salud de la gente».
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