La suspensión del servicio Once–Bragado marca un nuevo retroceso ferroviario sin precedentes. Bajo la gestión de Javier Milei, ya se eliminaron ocho trenes de pasajeros, afectando principalmente a la provincia de Buenos Aires y consolidando una política de ajuste que deja aislado al Interior.
La distancia se vuelve abandono
Por primera vez en la historia argentina, la línea Sarmiento no tendrá trenes de larga distancia. El Gobierno nacional, a través de Trenes Argentinos Operaciones, decidió suspender el servicio Once–Bragado a partir de la semana próxima. La medida, comunicada de forma ambigua y sin explicaciones claras, se suma a una lista creciente de trenes de pasajeros eliminados desde que asumió la actual gestión de Javier Milei.
La noticia llegó sin anuncio oficial: primero, la empresa vendió pasajes para abril; luego, sin previo aviso, cortó la disponibilidad al 7 de abril. Recién este viernes se deslizó que la suspensión será de “al menos un mes” para realizar un “relevamiento del estado de las vías”. No se informó de obras de mejoramiento ni se explicó por qué un servicio de tres frecuencias semanales debe cancelarse para una inspección que, en otros contextos, se realiza con los trenes en funcionamiento.
El argumento recuerda al caso del tren a Pinamar, recientemente eliminado pese a no registrar problemas en la infraestructura. Una excusa repetida que parece encubrir una política deliberada de desmantelamiento ferroviario.
Vaciamiento ferroviario en cuotas
Esta decisión se inscribe en un patrón claro: desde la asunción de Milei ya se eliminaron ocho trenes de pasajeros. El “goteo silencioso” recuerda al método utilizado durante la gestión de Guillermo Dietrich (2015–2019), que suprimió 12 servicios apelando al mismo libreto: justificaciones técnicas, promesas de revisión y nulo interés en la recuperación.
En todos los casos, las localidades afectadas están en el Interior, especialmente en la provincia de Buenos Aires: Once–Pehuajó, Mercedes–Tomás Jofré, Retiro–Justo Daract, Retiro–Palmira, Maipú–Guido–Divisadero de Pinamar, Once–Bragado y el servicio a Bahía Blanca, suspendido desde marzo de 2023. Lejos de ser “ineficientes”, muchos de estos corredores contaban con buena aceptación y cumplían un rol clave para poblaciones aisladas del sistema de transporte.
Una historia de retrocesos planificados
El caso del tren a Bragado duele más porque representa una historia de esfuerzo y reconstrucción. Luego de la debacle de los 90, la operadora Ferrobaires mantuvo el servicio, y Trenes Argentinos lo reforzó entre 2013 y 2019 con más frecuencias, extensiones hasta Pehuajó y General Pico, incorporación de coches comedor y nuevas locomotoras. Incluso durante la pandemia se mantuvo la conectividad. Sin embargo, desde fines de 2023, el deterioro fue progresivo: menor frecuencia, pasajes más caros que el colectivo, menos pasajeros y, finalmente, la cancelación.
El razonamiento oficial se invierte: el ajuste causa la caída de usuarios, y luego esa caída se usa para justificar la eliminación del servicio. La infraestructura no mejora, los trenes se deterioran y el Gobierno se lava las manos.
El Interior en la mira
La provincia de Buenos Aires es una de las más castigadas. A tal punto que el ministro de Transporte bonaerense, Martín Marinucci, expresó la posibilidad de crear una operadora provincial ante el abandono del Estado nacional. El vaciamiento no es solo económico: es un recorte al derecho a la movilidad, a la equidad territorial, al federalismo.
Quitar trenes a pueblos y ciudades que no tienen alternativas es condenarlos al aislamiento. El transporte ferroviario no es un lujo: es una herramienta de integración, de desarrollo regional, de inclusión social. La clausura por goteo del sistema ferroviario es también una forma de violencia institucional.
¿Relevamiento o cierre encubierto?
La promesa de restablecer el servicio tras la inspección suena hueca. No hay fondos asignados, no hay obras planificadas, no hay fechas concretas. Lo más probable es que la supuesta revisión sea la antesala de una eliminación definitiva. El mismo guion, los mismos actores, la misma consecuencia: un país cada vez más desconectado.
La pregunta no es si volverá el tren a Bragado, sino cuántos trenes más desaparecerán mientras el Gobierno nacional aplica el ajuste sin anestesia, afectando siempre a los que menos tienen.
Fuente:
- https://enelsubte.com/noticias/por-primera-vez-en-la-historia-la-linea-sarmiento-se-queda-sin-trenes-de-larga-distancia/
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