El plan de gobierno que oculta Trump: persecución, miedo y propaganda
La segunda venida de Donald Trump al poder en Estados Unidos trae consigo un programa político que se mueve entre el libertarismo radical y la persecución sistemática de opositores. Así lo analiza Ernesto Resnik, biólogo y biotecnólogo argentino residente en Minneapolis, quien advierte que el exmandatario republicano está implementando lo que en campaña negó: la llamada “Agenda 2025”, un plan elaborado por think tanks ultraderechistas que propone una reestructuración total del Estado estadounidense en favor de las élites y en detrimento de las libertades civiles.
Argentina al borde del abismo sanitario: el delirio de Milei con la OMS
Trump, que durante su mandato (2016-2020) dejó al país al borde del colapso sanitario y económico con su gestión de la pandemia, ahora regresa con una agenda de revanchismo feroz. Resnik describe su estrategia como un “shock”, basado en la destrucción sistemática de las instituciones que garantizaron un mínimo de equilibrio democrático tras su derrota en 2020. Uno de los focos principales de este ataque es la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que Trump busca debilitar como parte de su cruzada por reescribir la narrativa del desastre pandémico.
Persecución y miedo: la política migratoria como arma de control social
Uno de los aspectos más oscuros de la actual administración de Trump es su política migratoria, que ha transformado a los inmigrantes en chivos expiatorios de la crisis social. Como señala Resnik, la estrategia del gobierno no se limita a deportaciones masivas, sino que busca sembrar el terror en las comunidades inmigrantes. La cacería indiscriminada de personas en iglesias, escuelas y lugares de trabajo ha llevado a una caída del 40% en la asistencia escolar en barrios latinos de Chicago, además de un desplome del consumo en estos sectores.
El mensaje es claro: el miedo se ha convertido en política de Estado. “Consagrar el miedo como arma política es deshumanizar”, afirma Resnik, recordando los paralelismos históricos con regímenes fascistas. La lógica es la misma: un enemigo interno al que se señala como la causa de los problemas del país, justificación perfecta para un gobierno basado en el control total.
La descomposición del Estado y el asalto a la justicia
El avance de Trump no encuentra suficiente resistencia en el ámbito político, pero sí en algunos sectores de la justicia. Resnik explica que, a diferencia de Argentina bajo el gobierno de Javier Milei, en Estados Unidos el Poder Judicial aún mantiene cierto grado de independencia. Como ejemplo, menciona la reciente decisión judicial que puso freno a uno de los proyectos más alarmantes del trumpismo: la creación de una red de vigilancia masiva impulsada por Elon Musk. Este plan buscaba recolectar y publicar información financiera de ciudadanos y organizaciones a quienes Trump considera adversarios, una estrategia que recuerda a las prácticas de inteligencia clandestina de las dictaduras latinoamericanas.
¿Batman y el CONICET? Milei desata la polémica
Mientras tanto, en Argentina, Milei adopta un modelo de sumisión a las grandes potencias, con un alineamiento automático hacia figuras como Trump y Netanyahu. Resnik destaca el grotesco paralelismo entre la sumisión de Milei en su encuentro con el magnate estadounidense y la escena en la que Trump acomodó la silla para que Netanyahu firmara acuerdos sobre Gaza. “Es el mismo gesto de vasallaje corporal”, sostiene Resnik, resaltando cómo Milei se pliega sin resistencia a los dictámenes de las grandes potencias.
El ataque a la OMS y la guerra contra la ciencia
Dentro de esta avanzada reaccionaria, la Organización Mundial de la Salud se ha convertido en un objetivo clave. Trump, que ya había intentado retirar a Estados Unidos del organismo durante su primer mandato, ahora redobla la apuesta para debilitar su rol global. La razón detrás de este ataque no es otra que reescribir la historia de la pandemia, evitando cualquier responsabilidad de su desastrosa gestión y trasladando la culpa a China.
Resnik enfatiza la importancia de la OMS como organismo de coordinación internacional en materia sanitaria. Argentina, como país mediano, se beneficia enormemente de la información y las directrices que emite el organismo, algo que Milei parece ignorar en su intento de imitar las estrategias de Trump. Retirarse de la OMS, señala Resnik, sería un acto de aislamiento absurdo, que nos dejaría dependiendo de la información fragmentada que podamos obtener por otros medios.
Un modelo de devastación con sello trumpista
El regreso de Trump al poder en Estados Unidos no es solo una amenaza para los estadounidenses. Su influencia en la ultraderecha global, con figuras como Milei tomando nota de su manual autoritario, representa un peligro para las democracias de todo el mundo. La combinación de libertarismo económico extremo con estrategias de control social basadas en el miedo y la persecución es la receta perfecta para un modelo de devastación institucional.
Resnik advierte que la única forma de frenar este avance es con resistencia activa y una mayor conciencia sobre los peligros que implica. Estados Unidos aún cuenta con ciertos frenos institucionales, pero en Argentina la descomposición del Estado de derecho avanza sin mayores obstáculos. Si la sociedad no reacciona, la pesadilla trumpista podría encontrar en Argentina su laboratorio de pruebas más eficiente.
Fuente: Radio 10 – Reloj de Arena
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