“Ya lo vivimos en los 90”: trabajadores del Correo Argentino denuncian vaciamiento y advierten sobre la vuelta de las privatizaciones

Con oficinas sin insumos básicos, salarios congelados desde noviembre y una operativa cada vez más precarizada, trabajadores del Correo Argentino salieron a la calle en Rosario para denunciar un plan sistemático de vaciamiento. “No podemos permitir que vuelva a pasar lo que ya pasó en los años 90”, advirtieron desde el gremio.

En el centro de Rosario, una postal del presente que remite al pasado: trabajadores del Correo Argentino salieron este martes a las calles para visibilizar una situación límite. Lo hicieron frente al edificio de calle Córdoba y Buenos Aires, con un mensaje claro y urgente: sin recomposición salarial y sin insumos, el Correo está siendo vaciado a paso firme.

“No tenemos ni stickers para los telegramas”, denunciaron desde el gremio. No es una exageración ni una anécdota aislada. Según detalló Walter Palombi, secretario gremial del sector, las condiciones de trabajo vienen deteriorándose a un ritmo alarmante: desde noviembre no hay aumentos salariales, las horas extra estuvieron suspendidas durante cuatro meses y muchas oficinas no pueden garantizar siquiera los servicios postales básicos.

Este escenario de desfinanciamiento, explican los trabajadores, no es casual ni consecuencia de errores administrativos. Para ellos, se trata de un plan deliberado, similar al que precedió la privatización del Correo en los años noventa durante el gobierno de Carlos Menem. “No podemos permitir que vuelva a pasar lo que ya pasó”, remarcó Palombi en diálogo con Radiópolis.

El trasfondo es tan claro como inquietante: vaciar para justificar la entrega. La historia argentina está plagada de capítulos donde las empresas públicas fueron llevadas al colapso, solo para facilitar su posterior privatización. El caso del Correo en los 90 es paradigmático: desinversión, caída del servicio, despidos masivos y finalmente la entrega a manos privadas. Lo que siguió fue una gestión desastrosa, de la que el Estado tuvo que volver a hacerse cargo años después, con deudas millonarias y miles de familias afectadas.

Hoy, con el mismo libreto y otros protagonistas, el peligro es el mismo. Los trabajadores no solo luchan por sus salarios, sino por la existencia misma del Correo como servicio público. “No es solo el sueldo, es que no podemos trabajar si no tenemos las herramientas mínimas”, enfatizaron.

La preocupación no se limita a Rosario: la situación se replica en todo el país. Desde Jujuy hasta Tierra del Fuego, las oficinas postales padecen el mismo abandono. Se suma a esto la incertidumbre sobre el futuro de la empresa, alimentada por las declaraciones del asesor presidencial Federico Sturzenegger, quien no dudó en afirmar que el Correo “se privatizará, o se concesionará, o se transferirá a los empleados”. Una amenaza abierta, respaldada por el desmantelamiento en curso.

En paralelo, el número de empleados sigue en caída libre: ya se fueron más de 6 mil, y los salarios perdieron más de 50 puntos contra la inflación. Para el gremio, se trata de una forma solapada de despido masivo, vía asfixia económica. “El gobierno debe decir qué va a hacer con el Correo. No puede tenernos de rehenes a empleados y usuarios”, advirtieron.

En un país donde el acceso a servicios postales sigue siendo esencial, sobre todo en zonas alejadas o rurales, el vaciamiento del Correo Argentino representa no solo un problema laboral, sino también una amenaza a los derechos ciudadanos. Porque detrás de cada telegrama que no llega, de cada carta documento que no se puede enviar, hay una persona a la que se le niega un derecho básico.

La historia ya la conocemos. Lo que está en juego no es solo una empresa estatal. Es, una vez más, el modelo de país.

Fuente:

  • https://www.infogremiales.com.ar/trabajadores-de-correo-argentino-protestaron-en-rosario-por-salarios-y-falta-de-insumos-no-podemos-permitir-que-vuelva-a-pasar-lo-que-ya-paso-en-los-anos-90-cuando-se-destruyo-la-empresa-para-desp/

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