La planta de Aguilares despide trabajadores en medio de una crisis económica que parece no tener fin. ¿Dónde están las promesas de Milei? Mientras el gobierno de Javier Milei celebra cifras macroeconómicas, la realidad en las fábricas es desoladora. Topper, una de las marcas más emblemáticas del calzado argentino, anunció despidos en su planta de Tucumán. La crisis no es solo económica, sino también humana.
La planta de Topper en Aguilares, Tucumán, vuelve a ser noticia por los despidos masivos de trabajadores. Esta vez, la noticia llegó como un golpe bajo para quienes regresaban de sus vacaciones, con la ilusión de retomar sus labores. Sin embargo, lo que encontraron fue un panorama desolador: despidos sin previo aviso, familias destrozadas y un futuro incierto. Una trabajadora con 20 años de servicio no pudo contener las lágrimas al recibir la noticia. «Ni siquiera tuvieron en cuenta que estábamos casados, quebraron un hogar», relató un empleado, refiriéndose a un matrimonio que fue despedido.
Este no es un caso aislado. Topper ya había paralizado su producción en julio del año pasado debido al exceso de stock y la falta de ventas. En aquel entonces, los trabajadores se salvaron de los despidos, pero la preocupación ya estaba instalada. Ahora, la situación se repite, pero con consecuencias más graves. Según fuentes sindicales, la empresa planea despedir a 100 empleados en esta etapa, y no se descarta que haya más notificaciones en los próximos días. Recordemos que, entre marzo y abril del año pasado, Topper ya había despedido a 120 trabajadores.
1- Volvieron de vacaciones y a la salida de su primer día de trabajo fueron notificados que la empresa prescindía de sus servicios. Le sucedió este lunes a 22 empleados de la fábrica Topper, en Aguilares, sur de Tucumán, la misma que el año pasado echó a 120 trabajadores. pic.twitter.com/duJvx2sAbh
— David Correa (@davidcorreatv) February 11, 2025
El Sindicato de la Industria del Calzado está en alerta máxima. La crisis no solo afecta a Topper, sino que se extiende a otras empresas del sector, como Puma en La Rioja. La Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (Uticra) advierte que, si la economía no mejora, los despidos podrían multiplicarse en el corto plazo. Pero, ¿dónde está el gobierno en todo esto? ¿Dónde están las promesas de Javier Milei, quien aseguró que su gestión traería empleo y crecimiento?
El silencio de los diputados nacionales Agustín Fernández y Elia Fernández de Mansilla, ambos de Aguilares, es ensordecedor. «No puedo creer que nadie haga nada. Hicieron silencio el año pasado y esta vez, de nuevo, me desilusionaron, no los voto más», expresó un empleado despedido. Estas palabras resuenan como un grito de desesperación en una provincia que, históricamente, ha sido golpeada por la falta de oportunidades y el abandono estatal.
La crisis en Topper no es solo un problema de la empresa, sino un reflejo de la debacle económica que atraviesa el país. El gobierno de Milei, que llegó al poder con promesas de liberalización y crecimiento, parece más interesado en ajustar cifras macroeconómicas que en resolver los problemas reales de la gente. Mientras tanto, las fábricas cierran, los trabajadores pierden sus empleos y las familias se desmoronan.
El caso de Topper en Tucumán es solo la punta del iceberg. La industria del calzado, que alguna vez fue un orgullo nacional, está en riesgo de desaparecer. Y con ella, miles de puestos de trabajo.
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