Ficha Limpia: la cortina de humo para tapar el industricidio de MileiEl debate en Diputados sobre la proscripción política de Cristina Kirchner llega en un contexto de crisis económica, despidos masivos y el desmoronamiento del modelo libertario.
El gobierno de Javier Milei está en problemas. Su programa económico ha sumido a la Argentina en una crisis sin precedentes, con un ajuste feroz, despidos masivos y el derrumbe del aparato productivo. Pero en lugar de ofrecer soluciones, el oficialismo se aferra a la vieja receta del humo mediático: instalar debates irrelevantes para distraer la atención de la opinión pública. Así llega a la Cámara de Diputados el proyecto de «Ficha Limpia», una iniciativa con nombre y apellido: Cristina Fernández de Kirchner.
Florencia Carignano, diputada de Unión por la Patria, lo dejó en claro en una entrevista con Radio 10. «Están cometiendo un industricidio y tienen que tapar todo eso. La economía se les está haciendo pedazos, echaron a más de 115 funcionarios, no admiten que nadie discrepe en cuanto al modelo económico. Mientras tanto, arman humo para ponernos a discutir cosas que a nadie le importan».
Un proyecto hecho a medida de la persecución política
Milei y su espacio saben que la situación económica es insostenible. La inflación golpea el bolsillo de la gente, las tarifas de luz, gas y transporte se disparan, las prepagas aumentan sin control y los salarios quedan pulverizados. En este contexto, el oficialismo se aferra al aparato judicial y mediático para tratar de eliminar por decreto a sus adversarios políticos.
«La casta no es Cristina Kirchner. La casta es Guillermo Francos, es Daniel Scioli, son todos los que Milei tiene enquistados en su gobierno», denunció Carignano. La diputada advirtió que la estrategia del oficialismo es clara: como Cristina sigue subiendo en las encuestas del conurbano bonaerense y no tienen con quién ganarle, buscan sacarla del camino por vía judicial. «Si no la pudimos matar, si no la pudimos meter presa, ahora hay que proscribirla».
El miedo del oficialismo es palpable. Sin un candidato fuerte en la provincia de Buenos Aires, el gobierno intenta acorralar judicialmente a la dirigenta con más arraigo popular del país. «Cuando les traen una encuesta y ven que Cristina está subiendo, empiezan a desesperarse. Tienen cagazo, miedo, fuiki», disparó Carignano.
La justicia como arma de disciplinamiento político
El problema de fondo es que el gobierno de Milei está entregando un cheque en blanco al poder judicial para definir quién puede y quién no puede ser candidato en la Argentina. Carignano advirtió sobre las consecuencias futuras de esta estrategia. «Cuando vos pensás que el Poder Judicial te responde, dejaste el poder y a los dos días te deja de responder. Si hoy le das a los jueces la facultad de decidir quién puede competir en una elección, mañana pueden usarlo contra vos», alertó la diputada.
Según su análisis, los propios funcionarios de Milei deberían estar preocupados. «Yo que Sandra Pettovello, yo que Karina Milei, yo que Luis Caputo estaría preocupado. Porque los que hoy creen que son amigos de los jueces, mañana van a ser sus enemigos».
El vacío económico y la destrucción de la industria
Mientras la atención mediática se centra en el circo de Ficha Limpia, la economía sigue desplomándose. «No hay dólares, el campo no está liquidando, están destruyendo lo único que funcionaba bien», denunció Carignano. En particular, apuntó contra la decisión de habilitar la importación de maquinaria agrícola usada, una medida que según ella va a «destruir toda la industria nacional del sector».
El gobierno, incapaz de gestionar la crisis económica que él mismo profundizó, insiste en la vieja estrategia del lawfare para mantenerse a flote. Pero el tiempo juega en su contra. Carignano fue tajante: «Con estos resultados económicos, este gobierno va a durar menos que lo que ha durado otras veces».
Mientras tanto, la batalla política sigue su curso. Cristina Kirchner aún no ha manifestado su intención de ser candidata en la provincia de Buenos Aires, pero según Carignano, eso no es lo relevante. «No importa si ella quiere o no. Lo que importa es que ellos no quieren que Cristina sea. Tienen una preocupación: que ella se levante y diga ‘quiero ser candidata’. ¿Quién la para?».
La respuesta a esa pregunta parece ser la base de la estrategia libertaria: si no pueden ganarle en las urnas, buscarán sacarla del juego de cualquier manera.
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