Mercedes Marcó Del Pont: «En cualquier país normal, el Presidente hubiera renunciado»

Mercedes Marcó del Pont denunció el vaciamiento del Banco Nación y vinculó la estafa cripto con los verdaderos intereses del gobierno de Javier Milei. Según la ex presidenta del Banco Central, la administración libertaria avanza en la destrucción de capacidades estatales para favorecer al sistema financiero.

La estafa cripto que salpica al entorno de Javier Milei y su espacio político expone, una vez más, la hipocresía de un gobierno que se jacta de combatir privilegios mientras allana el camino para la entrega del patrimonio público. Mercedes Marcó del Pont, economista y ex presidenta del Banco Central, no dudó en señalar que el vaciamiento del Banco Nación no es un hecho aislado, sino parte de un plan deliberado para desmantelar las capacidades estatales en favor del sistema financiero. «En cualquier país normal, un Presidente que haga lo que hizo Milei hubiera renunciado», sentenció con contundencia.

Según la economista, las explicaciones oficiales sobre la transformación del Banco Nación carecen de fundamento y responden a una lógica de debilitamiento del Estado. «El Banco Nación es fundamental para cualquier política pública que pretenda distribuir mejor la riqueza», explicó, enfatizando que la institución tiene capacidad para continuar otorgando créditos y financiando sectores productivos. Sin embargo, las decisiones de Milei apuntan a otra dirección: entregar la banca pública en bandeja al poder financiero, tal como exigen los acuerdos con el FMI y el lobby de los grandes capitales.

El escándalo cripto que involucra a figuras cercanas al gobierno expone las contradicciones del discurso libertario. «Es gracioso que digan que vienen a terminar con los privilegios en medio de la estafa cripto», ironizó Marcó del Pont. Mientras Milei demoniza la intervención estatal y exalta las virtudes del mercado, sus allegados están implicados en maniobras fraudulentas con criptomonedas, dejando al descubierto la doble vara con la que se maneja el gobierno.

El vaciamiento del Banco Nación es una pieza clave en este entramado. No se trata de una simple reestructuración, sino de una «semi-privatización encubierta», advirtió la ex titular del Banco Central. «Siempre que hubo arreglos con el FMI, se pidió la cabeza del Banco Nación y del Banco Provincia», recordó. Detrás del discurso de «modernización» se esconde una operación que busca debilitar el papel del Estado en la economía y consolidar el poder de los bancos privados, alineados con el proyecto mileista.

La política económica del gobierno es, en palabras de Marcó del Pont, «totalmente inconsistente». No hay un plan que favorezca a las PyMEs, el motor histórico del empleo y la producción en Argentina. En cambio, se impulsa una agenda de ajustes, dolarización encubierta y desregulación financiera que beneficia exclusivamente a los grandes especuladores. «No están accediendo a los dólares que necesitan, el blanqueo ayudó, pero la política del gobierno es un caos», alertó la economista.

La incertidumbre sobre el futuro del Banco Nación es un síntoma de una realidad más amplia: el desmantelamiento del Estado para complacer a los grandes jugadores del mercado. «Lo del Banco Nación también lo veo como una prueba de amor al sistema financiero», sostuvo Marcó del Pont, dejando en claro cuáles son las verdaderas lealtades de Milei. No con la gente, ni con el desarrollo productivo, sino con los intereses del capital financiero y los sectores que buscan maximizar ganancias a costa del patrimonio público.

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