El editorial de Roberto Navarro, en El Destape, puso en el centro de la escena un escándalo que golpea con fuerza al gobierno de Javier Milei y que amenaza con dinamitar las alianzas políticas y económicas que sostienen su gestión. La crisis no solo expone las debilidades estructurales del libertario, sino que también pone en evidencia la operación mediática que hasta ahora lo ha protegido.
Navarro destacó que la reciente controversia que involucra a Milei ha debilitado su posición tanto en el ámbito político como en el financiero. Mientras que algunos medios tratan de minimizar el impacto del escándalo, la realidad económica es otra: la estabilidad del dólar no es consecuencia de una economía sólida, sino de un sacrificio financiero extremo. “Milei está sosteniendo el dólar como en la antesala de cualquier crisis argentina: con un costo altísimo, hipotecando el futuro inmediato”, advirtió el periodista.
Uno de los puntos más significativos del editorial fue el análisis sobre cómo ciertos sectores del establishment están empezando a distanciarse de Milei. Navarro indicó que los medios tradicionales, que hasta hace poco lo blindaban, ahora comienzan a filtrar críticas y revelaciones que lo dejan expuesto. La pregunta es: ¿se trata de un simple desgaste o de una señal de que el poder real ya no confía en él?
El editorial pone sobre la mesa un hecho ineludible: la lealtad de los grandes grupos de comunicación no es con Milei, sino con sus propios intereses. Si el libertario deja de ser funcional, lo abandonarán sin titubear. “Cuando Clarín te empieza a pegar, sabés que algo se rompió”, sentenció Navarro, en referencia a cómo el grupo mediático ha comenzado a marcar distancia con el presidente y su círculo más cercano.
Un aspecto clave del editorial fue la denuncia sobre la manipulación informativa orquestada por periodistas afines a Milei. Navarro señaló con nombres y apellidos a aquellos comunicadores que han servido de escudo mediático para el gobierno y que, ante la crisis, están viendo cómo su credibilidad se desmorona.
La aparente fractura dentro del poder mediático deja entrever un futuro incierto para el libertario. Mientras las revelaciones continúan emergiendo, la reacción del gobierno se ha limitado a negar y atacar a los críticos, una estrategia que solo acelera su desgaste. “La operación ya no es sostenible, y cuando el blindaje cae, la realidad golpea sin piedad”, remarcó Navarro.
Milei enfrenta su momento más delicado. Con un gobierno cada vez más acorralado por los escándalos y una economía en la cuerda floja, el horizonte político se torna incierto. La pregunta no es si este escándalo lo afectará, sino cuánto tardará en desatar una crisis más profunda.
Navarro cerró su editorial con una advertencia: “Los mismos que lo llevaron al poder están buscando la salida de emergencia. Y cuando el poder real te suelta la mano, no hay relato que te salve”. La pregunta que queda flotando es si Milei logrará sostenerse en medio de este terremoto o si estamos asistiendo al principio del fin de su fugaz experimento libertario.
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