El pragmatismo de Perón frente al dogmatismo libertario
(Por Walter Onorato) La construcción del Canal Maldonado en Bahía Blanca fue una obra estratégica del primer peronismo que, 75 años después, sigue demostrando su relevancia. Sin embargo, en tiempos de Javier Milei, donde la ideología de la «no intervención estatal» se impone con ferocidad, una infraestructura como esta jamás hubiera sido realizada.
Un problema histórico, una solución concreta
En 1949, el gobierno de Juan Domingo Perón, a través de la gestión del gobernador bonaerense Domingo Mercante, inició la canalización del arroyo Maldonado para mitigar las inundaciones en Bahía Blanca. La obra fue la respuesta a una demanda histórica de la población, agravada por décadas de inacción estatal.
El arroyo, que en su estado natural se desbordaba con cada tormenta, generaba un riesgo permanente para los barrios más vulnerables. La respuesta del peronismo fue clara: inversión pública, planificación y trabajo. Se movilizaron recursos, se importó maquinaria de Italia y se construyeron compuertas para evitar la contaminación del agua, asegurando así la salubridad de la población.
Hoy, el canal sigue en pie, impidiendo que Bahía Blanca sufra las catástrofes que, en otros tiempos, eran moneda corriente. La pregunta es inevitable: ¿qué hubiera hecho Milei en un contexto similar?
La parálisis libertaria frente a la acción peronista
Si el presidente actual hubiera estado en el poder en aquella época, la respuesta sería simple: no se habría hecho nada. Su dogma antiestatal, basado en la supuesta superioridad del mercado, le impide entender que hay problemas que solo el Estado puede resolver.
En su visión, las inundaciones serían un «fallo del mercado» que los ciudadanos deberían sortear por su cuenta. Quizás propondría que los afectados compren botes o se muden a zonas más altas. Lo cierto es que, bajo su gobierno, cualquier intento de inversión pública en infraestructura es demonizado como «gasto innecesario».
El Canal Maldonado es un ejemplo claro de cómo la intervención estatal puede salvar vidas. Milei, en cambio, prefiere desmantelar el Estado en nombre de una supuesta «libertad» que solo beneficia a los grandes capitales.
Una ideología que pone en riesgo el futuro
El problema no es solo que Milei no haría una obra como esta, sino que su gobierno está desfinanciando la infraestructura existente. La falta de inversión en mantenimiento y la reducción del presupuesto en obras públicas ponen en riesgo no solo el Canal Maldonado, sino muchas otras estructuras vitales en todo el país.
Si esta lógica se mantiene, en unos años podríamos ver colapsar puentes, desbordarse ríos y deteriorarse carreteras, porque el mercado no tiene interés en resolver estos problemas. Su única prioridad es la rentabilidad, y una obra como el Canal Maldonado, que no genera ganancias inmediatas pero salva vidas, es completamente irrelevante para la lógica mileísta.
El Estado que protege versus el Estado que abandona
El contraste entre el gobierno de Perón y el de Milei es brutal. Mientras el primero entendía que el Estado debía garantizar el bienestar general, el segundo cree que su única función es achicarse hasta la irrelevancia.
La historia del Canal Maldonado demuestra que hay problemas que solo se resuelven con inversión pública. Milei, en cambio, sigue empeñado en desarmar todo lo que construyó el Estado a lo largo de décadas.
Si seguimos por este camino, en poco tiempo dejaremos de hablar de la falta de nuevas obras y empezaremos a lamentarnos por el colapso de las que ya existen. Y cuando eso ocurra, Milei no tendrá respuestas, porque su modelo no ofrece soluciones, solo abandono.

El Canal Maldonado: el salvavidas silencioso en la tragedia de Bahía Blanca
Sin su sistema de aliviadores, la catástrofe habría sido inimaginable**El 7 de marzo de 2025, Bahía Blanca enfrentó una de las peores inundaciones de su historia. Las intensas lluvias, que comenzaron en la madrugada, acumularon más de 200 milímetros de agua en pocas horas, superando ampliamente los registros históricos.
A pesar de la tragedia que cobró la vida de seis personas y dejó a decenas de familias evacuadas, la presencia del Canal Maldonado y su sistema de aliviadores evitó una catástrofe de dimensiones aún mayores.
Un sistema de aliviadores que marcó la diferencia
El Canal Maldonado, inaugurado en 1951, fue concebido como una solución para las recurrentes inundaciones que afectaban a Bahía Blanca. Su diseño incluyó un sistema de aliviadores destinado a desviar el exceso de agua durante lluvias intensas, protegiendo así a la ciudad de desbordes catastróficos. Durante el temporal del 7 de marzo, este sistema demostró su eficacia al canalizar gran parte del caudal excedente, evitando que zonas críticas de la ciudad quedaran completamente anegadas.Según informes de Defensa Civil, aunque el canal registró un caudal significativo, no se produjeron desbordes en su estructura principal, lo que evidencia la funcionalidad de los aliviadores en momentos críticos.
La tragedia que pudo ser
Si el Canal Maldonado y su sistema de aliviadores no hubieran estado operativos, las consecuencias habrían sido devastadoras. Las áreas residenciales más densamente pobladas habrían sufrido inundaciones súbitas, atrapando a miles de personas en sus hogares sin posibilidad de escape. Las infraestructuras esenciales, como hospitales y centros de emergencia, habrían quedado inutilizables, complicando aún más la respuesta al desastre. En este escenario, las pérdidas humanas podrían haberse contado por miles, y la recuperación de la ciudad habría sido una tarea titánica.
La importancia del mantenimiento y la inversión continua
La efectividad del Canal Maldonado durante esta emergencia no es fruto del azar. En años recientes, se han llevado a cabo tareas de limpieza y mantenimiento para asegurar su operatividad. Por ejemplo, en 2022, el municipio emprendió la remoción de basura y malezas acumuladas en el tramo entre la calle Don Bosco y el partidor del Parque de Mayo, garantizando así la capacidad del canal para conducir aguas durante lluvias intensas. citeturn0search2Además, se han planificado obras complementarias, como la construcción de un nuevo puente vehicular sobre la calle Tucumán, con el objetivo de mejorar la infraestructura asociada al canal y facilitar el flujo vehicular en la zona. citeturn0search6### Lecciones para el futuroLa reciente inundación en Bahía Blanca subraya la necesidad imperiosa de mantener y mejorar las infraestructuras hidráulicas. El Canal Maldonado y su sistema de aliviadores demostraron ser esenciales para mitigar los efectos de fenómenos climáticos extremos. Sin embargo, el cambio climático y la urbanización creciente exigen una planificación constante y una inversión sostenida en obras de drenaje y contención.Es fundamental que las autoridades locales, provinciales y nacionales trabajen de manera conjunta para garantizar la seguridad de las comunidades. La tragedia del 7 de marzo debe servir como un recordatorio de la importancia de la prevención y la preparación ante desastres naturales. Solo así se podrá proteger la vida y el bienestar de los ciudadanos en el futuro.
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